El cordobés Alejandro Fracaroli viajó a Alemania por su trabajo como científico e investigador del Conicet, y tiene pasaje de vuelta para diciembre. Pero desde el lunes ni sus colegas alemanes ni su mujer, que también es investigadora y está en Argentina, saben dónde está. Dejó de responder mensajes y llamadas y, pasadas 48 horas de su desaparición, la Policía de Baden-Wurtemberg inició el protocolo de búsqueda.
«La preocupación es total», dice a Clarín Sergio Dassie, quien desde 2021 dirige el Instituto de Investigaciones en Físico-Química de Córdoba (INFIQC). Es el jefe del doctor en Química desaparecido. «Alejandro es muy querido entre los investigadores a nivel país», agrega.
El hermano de Fracaroli acaba de llegar a Alemania para seguir de cerca la búsqueda del hombre que, llamativamente, el lunes no se presentó a trabajar en la investigación sobre nanotecnología que estaba llevando adelante en el Instituto Tecnológico de Karlsruhe, en el sudoeste alemán.
«Europol (la agencia de la Unión Europea para la cooperación policial) está trabajando en el caso. La información que tenemos es que se están realizando rastrillajes dentro del campus de la universidad, y que se está trabajando en las imágenes de las cámaras de seguridad«, detalla Dassie, y aclara que «las autoridades alemanas son muy herméticas hasta con los datos que le pasan a la familia».

El WhatsApp de Fracaroli permitía ver su última conexión, y databa de 20 horas atrás, luego de haber participado de una videollamada con su mujer, lo que encendió el alerta, más allá de la diferencia horaria con Europa.
Gabriela Furlán reveló que esa charla fue normal y que no notó nada raro, aunque por la noche de ese mismo día dejaron de llegarle los mensajes, según explicó al diario La Voz del Interior.
«La búsqueda de Alejandro, principalmente, se centró en centros de salud», describe el director a Clarín, ante la posibilidad de que haya sido víctima de un accidente o afección repentina que no le permitiese haber contactado a su familia.
«No hay demasiada información. Es bastante encriptada la investigación. La familia está en una situación desesperante«, dice el científico.
En el caso ya tomó intervención el consulado argentino en Frankfurt, que emitió una alerta por la desaparición de Fracaroli. El doctor en Química viajó para formar parte de una investigación en una organización académica alemana que tiene 200 años de trayectoria, donde trabajan unas diez mil personas, seis mil de las cuales son investigadores científicos.
«Más allá del Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT), mandamos la información a toda la de red de científicos que tenemos en Europa, para que la búsqueda también se movilice desde las redes sociales«, cierra Dassie.
AS