El bus de Barri es la esencia de la movilidad sostenible (y deficitaria) de proximidad en Barcelona. La primera línea, la 211, empezó a circular en 1998 entre la avenida de Jordà y el barrio de Sant Genís. Las calles estrechas y sinuosas de Horta-Guinardó eran ideales para testar esta nueva modalidad de transporte público, que ya dispone de más de 20 líneas, sobre todo en los barrios perimetrales de la ciudad. También Nou Barris es ideal para estos pequeños autobuses, y es ahí donde se ha producido la última novedad sobre el invento. TMB, tras la presión vecinal en Torre Baró, ha decidido arrinconar uno de sus servicios de bus a demanda y ha recuperado la línea 180. Curioso desenlace para la cosa, pues hace casi tres años, las quejas de los residentes se cargaron al segundo para dejar sitio al primero.
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El operador sostiene que el cambio es fruto de “un acuerdo con los vecinos”. “La orografía de la zona -detalla un portavoz de la empresa pública de transportes- y los problemas de cobertura hacen que el servicio de bus a demanda no se acabe de ajustar a las necesidades expresadas en los últimos tiempos por el vecindario”. El 180 fue suprimido en septiembre de 2022, precisamente para dar cabida al autobús que los residentes en la zona podían reservar hasta ahora a través de la aplicación móvil ElMeuBus o llamando al 900 92 75 75. Así las cosas, Torre Baró sur vuelve al sistema clásico, con un bus que promete pasar, eso asegura TMB, cada 35 minutos.

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Ya dijo TMB entonces que se daba seis meses para comprobar que todo iba bien. El antecedente, el bus a demanda de la zona norte de Torre Baró, que sigue operando sin queja alguna, invitaba al optimismo. Pero las quejas por la falta de cobertura móvil o los errores de la app (o la falta de destreza al usarla) han terminado por doblegar la oferta. Los vecinos llegaron a manifestarse el pasado mayo ante la sede del distrito en Nou Barris y también llenaron de pancartas las audiencias públicas y cortaron varias veces la carretera C-17; ese tipo de protestas que, aunque tengan detrás solo a un puñado de vecinos, no gustan nada al gobierno local.
Se da la circunstancia, no obstante, de que el bus a demanda en la zona sur del barrio nació tras las repetidas reclamaciones de esos mismos ciudadanos, que se quejaban del deficitario servicio que les prestaba entonces el 180, que les recogía, si había suerte, cada 45 minutos. Este bus de barrio fue rescatado dos años antes, en 2020, pues formaba parte de una concesión que estaba en manos de Sagalés, que operaba las líneas 80 y 81. Así las cosas, el sur de Torre Baró, hasta nueva orden, vuelve a la casilla de salida en cuanto a transporte público de proximidad.