Esta noche, desde las 21.10, San Martín de Tucumán se enfrentará a Racing de Córdoba en La Ciudadela, en un duelo clave por el reducido de la Primera Nacional. Pero más allá de lo deportivo, una de las novedades que generó comentarios entre los hinchas fue el incremento en el precio de las entradas para los no socios. La decisión, tomada por la comisión directiva, apunta a fomentar la asociación de los fanáticos y premiar la fidelidad de quienes ya lo son.
En relación con el partido anterior frente a Colegiales, correspondiente a la fecha 13, se registraron aumentos en todos los sectores para quienes no están asociados. Las populares de Rondeau y Bolívar pasaron de costar $14.000 a $16.500, lo que representa un incremento del 17,85%. Por su parte, las de Pellegrini aumentaron de $16.000 a $18.500, es decir, un 15,62% más. En ambos casos, se trata de una suba significativa que marca una nueva política de precios en los partidos de local.
Los precios para damas y jubilados también se modificaron. En el cruce anterior, los valores eran de $7.000 y $8.000 según el sector; para esta noche, ambos aumentaron $1.000, alcanzando los $8.000 y $9.000 respectivamente. Esto implica una suba del 14,28% en el primer caso y del 12,5% en el segundo.
En cuanto a los menores no socios, los tickets también sufrieron ajustes. Las entradas pasaron de $3.500 y $4.000 a $4.500 y $5.000 respectivamente. Estos cambios representan incrementos del 28,57% y del 25%, que impactan directamente en quienes asisten en familia y no cuentan con carnet de asociado.
Las plateas no fueron la excepción
En el duelo ante el “Tricolor de Munro”, los precios eran de $28.000, $35.000 y $40.000. Para el partido contra la “Academia cordobesa”, se incrementaron a $30.000, $37.000 y $42.000 respectivamente, lo que representa subas de entre el 5% y el 7,14%, según el sector.
Una particularidad: el único sector que no tuvo modificaciones en el precio fue el del menor acompañante no socio en platea, lo cual fue bien recibido por algunos padres que suelen asistir con sus hijos. Esta medida, aunque mínima, también puede interpretarse como un gesto para no desalentar la presencia familiar.