Para muchos confusas y bastante alejadas a la realidad han resultado las declaraciones de los organizadores del Festival de Viña del Mar, quienes tras la primera jornada festivalera salieron a aclarar el bochornoso paso por la Quinta Vergara del humorista venezolano George Harris, quien tuvo que ser auxiliado por los animadores para no profundizar aún más el desastre.
Cabe mencionar que desde que fue confirmado como humorista para la jornada inicial de anoche del festival viñamarino, Harris ya había recibido múltiples comentarios negativos por algunas de sus rutinas con diversas críticas políticas a autoridades chilenas en ejercicio.
Esta situación, que fue exacerbada por los medios de comunicación, hizo que su presentación de anoche estuviera además marcada por un público no sólo dividido por el humor, sino por nacionalidades, entre venezolanos que apoyaban a Harris, y chilenos que no le permitieron hacer su rutina sin parar de pedir que lo sacaran del escenario.
Si bien para muchos la rutina de Harris estuvo llena de errores en cuanto a no saber leer al público chileno, y menos al de la Quinta, los organizadores defendieron la rutina del humorista señalando que en la revisión previa el guion de Harris había sido aprobado por encontrarlo “muy entretenido”, según declaró con vehemencia esta mañana el director del festival Alex Hernández.
El mandamás de la transmisión televisiva agregó además que las pifias vinieron sólo de un grupo muy minoritario de chilenos que no querían a Harris en el escenario, acusándolos de xenofobia.
“Al parecer Alex estaba viendo otro programa anoche”, señaló el reconocido animador Julio César Rodríguez en su espacio matinal de Chilevisión, haciendo alusión a la evidente molestia del público de la Quinta ante una rutina carente de tiempos, actualidad y sobre todo de humor con historias más breves, que son las que históricamente en la Quinta resultan ser un éxito.
Rodríguez y sus panelistas afirmaron que el humorista no se preparó bien para el público chileno, además que era cosa de escuchar las masivas pifias en la Quinta ante una rutina que no tuvo ningún momento de risas, sino más bien de un constante nerviosismo de la audiencia.
Harris enfocó su rutina en contar extensas historias que hacían alusión a las diferencias entre Venezuela y Chile. Historias familiares y situaciones relatadas con extrema ansiedad y nerviosismo, que no contaban con los necesarios remates de humor. Esto colmó rápidamente la paciencia de los espectadores no sólo de la Quinta, sino en redes sociales que destruían la poco acertada rutina del humorista venezolano radicado en Estados Unidos.
Harris incluso en un momento de su presentación -cuando las pifias le estaban haciendo difícil concentrarse- invitó a un espectador a que saliera de la Quinta y que fuera al baño, que lo dejara de pifiar, y que se fuera a tocar sus partes íntimas para entretenerse más, lo que claramente alentó masivos abucheos de la Quinta en su contra.
Para hacer aún más vergonzosa la situación del humorista, fueron los propios animadores del Festival quienes tuvieron que salir al escenario para tratar de salvar con algo de dignidad la rutina de Harris.
La insólita estrategia de salvataje de Rafael Araneda y Karen Doggenweiler ante la polémica con George Harris
Rafael Araneda y Karen Doggenweiler interrumpieron la rutina para darle un saludo como salvavidas al humorista, pidiéndole en vivo que no se peleara con el público chileno y que siguiera haciendo su rutina con más calma, profundizando aún más el bochorno para el humorista.
La insólita estrategia de salvataje de los animadores en dos oportunidades para mantener a Harris en el escenario se transformó en una polémica en sí misma, puesto que no se entendía el porqué del deseo de mantenerlo frente a un público que claramente había expresado su deseo de bajarlo con apabullantes abucheos.
Los organizadores del festival defendieron el actuar de los animadores señalando que por contrato el artista debía permanente en el escenario 50 minutos. Por esa razón justificaron el actuar de Araneda y Doggenweiler para mantenerlo al aire y no tener que bajarlo cuando llevaba sólo 12 minutos de rutina y ya el público pedía su salida.
Harris fue el primer humorista de esta 64 versión del Festival de Viña del Mar que en su noche inaugural tuvo una sobresaliente apertura musical con un vibrante Marc Anthony, que no sólo enloqueció a la Quinta con sus canciones, sino que se llevó dos Gaviotas -una de plata y una de oro- como reconocimiento.
Para la segunda noche de Festival de hoy el humor estará a cargo de Chiqui Aguayo, comediante con una extensa trayectoria, que ya ha estado en el escenario de Viña, y que se espera hoy tenga una mejor recepción que el fallido y bochornoso debut de Harris.
