Nueva experiencia inmersiva en la catedral de Barcelona. El templo ha dado un paso más en su apuesta por las nuevas tecnologías con la presentación este martes de una herramienta de realidad aumentada para ser usada desde su mirador. A partir de ahora, los visitantes podrán disfrutar de unas vistas privilegiadas de 360 grados de la ciudad desde su azotea en pleno corazón del barrio Gòtic con una aplicación que le indicará e informará sobre los principales puntos de interés del entorno.
Esta nueva iniciativa, bautizada como ‘La Talaia de Barcelona’, incorpora hasta 45 localizaciones. No solo se incluyen iglesias cercanas sino también otros edificios icónicos y monumentos de la ciudad, así como espacios naturales, como Montjuïc o el parque del Montseny. En una mañana con algunas nubes, sobresalía desde la terraza de la catedral la imponente torre campanario de Santa Maria del Pi aunque también se vislumbran las grúas en pleno rendimiento para construir el nuevo Camp Nou.

El mirador de la catedral de Barcelona
Miquel González / Shooting / Colaboradores
“Hemos querido no quedarnos solo en el centro de la ciudad, sino que desde aquí se llega a ver el entorno de buena parte de Catalunya y saber situar, por ejemplo, Montserrat o las costas del Garraf. Esto es muy interesante para la gente de la ciudad, como de las comarcas y para los propios turistas”, destacó Josep M. Turull, canónigo administrador de la catedral de Barcelona.
Para conocer las localizaciones, se presta un móvil al visitante desde donde accede a la aplicación. A través de reconocimiento de imágenes con la inteligencia artificial, el dispositivo señaliza el entorno en base a la posición que ocupa el usuario mediante GPS.
“La aplicación es sencilla, preferíamos que no fuera muy complicada, sino que simplemente ayude al visitante a entender un poco mejor el entorno que desde la catedral se divisa como en ningún otro sitio de Barcelona, por lo que es necesario venir aquí para experimentarlo”, explicó Jaime Solano, director de la empresa de guías interactivas Gvam, encargada de desarrollar la aplicación de realidad aumentada.

Unos visitantes prueban la nueva aplicación
Miquel González / Shooting / Colaboradores
La nueva herramienta de realidad virtual se suma a las audioguías interactivas en funcionamiento desde el 2018 en la catedral y la experiencia de realidad virtual con gafas de 360 grados que muestran la catedral a vista de pájaro.
El nuevo servicio se incluye con el precio de la entrada para subir a la azotea y está disponible en catalán, castellano, inglés, francés, italiano, alemán y coreano. La aplicación está pensada tanto para los locales como los turistas. “Es para el visitante en general, también para los de la propia ciudad. Todavía muchos barceloneses desconocen que pueden subir aquí. Además, hace mucha gracia que uno de la propia ciudad identifique los puntos”, comentó el decano de la catedral de Barcelona, Santiago Bueno.
El templo inauguró el pasado julio las obras de rehabilitación de sus cubiertas que han permitido ofrecer una visión panorámica de 360 grados. Esta actuación sirvió para impermeabilizar y sanear el techo del claustro y de la iglesia para evitar futuras complicaciones. También se recuperó el pavimento original en algunos tramos y se mejoraron los accesos con nuevas escaleras y barandillas, además de modernizarse el ascensor.

Vistas desde la azotea de la catedral de Barcelona
Miquel González / Shooting / Colaboradores
Estos trabajos se sumaron a la restauración de los vitrales, considerados el conjunto más grande y bien conservado de los siglos XIV y XV de Catalunya. En total, se intervino en doce vidrieras que abarcan 230 metros cuadrados. Tras repararlos y limpiarlos la catedral recuperó su luz original.
Por otro lado, se anunció entonces la puesta en marcha del nuevo archivo digital del templo en el que se puede consultar más de 900 documentos, incluidos los más antiguos del Archivo Capitular. Las obras inauguradas en julio costaron 2,5 millones de euros, de los que 1.075.995 euros fueron financiados con el 1,5% cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) del gobierno español, otros 637.764 euros por los fondos europeos, y la Oficina de Apoyo a la Iniciativa Cultural de la Generalidad de Catalunya aportó 221.104 euros.