La repentina muerte de Diane Keaton el pasado 11 de octubre, a los 79 años, sigue generando conmoción en Hollywood. Aún no se divulgó la causa oficial del fallecimiento, pero nuevas versiones provenientes de su círculo más íntimo sostienen que la actriz habría atravesado en silencio un grave problema de salud en los meses previos a su muerte.
Quienes la frecuentaron recientemente aseguran que su apariencia física había cambiado de forma drástica y que su estado de salud se había deteriorado de manera notoria.
La hipótesis sobre la causa de muerte de Diane Keaton y una enfermedad que habría mantenido en secreto
Según allegados consultados por medios internacionales, la ganadora del Oscar habría enfrentado una posible recurrencia del cáncer de piel, enfermedad que ya había combatido en dos oportunidades a lo largo de su vida. Aunque ella nunca habló públicamente de un nuevo diagnóstico, estas fuentes sostienen que Keaton prefería enfrentar cualquier dificultad en privado y se negó a recibir ayuda médica intensiva, incluso cuando su estado comenzó a alarmar a sus amigos.
“Todos notaron que había bajado de peso de manera muy rápida”, comentó recientemente una amiga cercana a la revista People. “Se la veía frágil, algo que nunca habíamos percibido en ella. Muchos temimos que el cáncer hubiese regresado, pero Diane no quería que nadie la cuidara ni sentir lástima. Siempre lo manejó sola, a su manera”.

Un deterioro físico que preocupó a sus amigos
Entre los testimonios más significativos aparece el de Carole Bayer Sager, legendaria compositora estadounidense y amiga de Keaton desde hace décadas. Sager aseguró haber quedado impactada al verla semanas antes de su muerte.
“La vi hace dos o tres semanas y estaba muy delgada. Había perdido muchísimo peso. Aún así, seguía siendo una luz mágica. Estaba feliz, activa, creativa como siempre, fotografiando todo lo que veía. Tenía una energía única”, detalló.

Este cambio físico abrupto habría comenzado a comienzos de año, cuando Keaton se mudó temporalmente a Palm Springs. El traslado fue forzado: su residencia o casa de los sueños en Brentwood sufrió daños internos durante los incendios forestales de California, lo que obligó a la actriz a abandonar su hogar hasta que las refacciones fueran completadas.
Quienes la visitaron en ese período aseguran que fue allí cuando su salud comenzó a debilitarse visiblemente. “Cuando volvió a Los Ángeles estaba irreconocible. El descenso había sido muy rápido”, remarcó Sager.
Sus últimos meses: lejos de lo público y rodeada de afectos
A diferencia de otras estrellas de Hollywood, Diane Keaton llevaba una vida reservada y lejos de cualquier exposición innecesaria. En sus últimos meses eligió refugiarse en su casa junto a su familia y su inseparable perro Reggie, quienes fueron, según confirmó un portavoz a People, su principal sostén durante este período íntimo que decidió mantener lejos de los medios.
Otra fuente cercana, vinculada a la industria cinematográfica, aseguró que la actriz mantuvo un círculo íntimo muy reducido en su etapa final: “Fue graciosa hasta el último día. Vivió a su manera, sin rendir cuentas a nadie. Estaba rodeada de las personas que amaba y de las cosas que le importaban. Ese fue siempre su estilo”.

Su actividad en redes sociales también había disminuido de manera notoria, aunque dejó una última señal pública días antes de morir: su último posteo en Instagram fue una foto dedicada a su perro Reggie, como parte de una colaboración con una marca de artículos para el hogar. La imagen, tierna y cotidiana, la mostraba en el interior de su casa, transmitiendo calidez, naturalidad y ese humor sencillo que la caracterizó hasta el final.
Si bien todavía no se confirmó oficialmente qué causó el fallecimiento de la protagonista de Annie Hall y El Padrino, su entorno insiste en que la actriz habría decidido mantener en total reserva su cuadro de salud, incluso frente a quienes más la querían.