“Cuando vi la Sagrada Família pensé que el día que me casara tenía que ser aquí, aunque, la verdad, pensaba que sería imposible… Aún así decidimos venir a preguntar… ¡Y todo encajó!”, celebran Meiver y José Luís. Hace unos días se dieron el “sí quiero” en la Cripta, donde está enterrado Gaudí. Con ellos comenzó la temporada alta de bodas en esta singular parroquia, la del monumento más visitado de Barcelona (4,83 millones de entradas en 2024). Aquí se invierte la tendencia a la baja de las bodas religiosas en Catalunya. El año pasado se celebraron 52 enlaces; 19 más que en 2023, cuando se casaron 33 parejas. Para este año ya hay 65 programados, “y quedan algunos huecos todavía”, anima el rector de la parroquia y de la basílica, Josep Maria Turull.
La agenda para el 2026 se abrió hace meses. De momento hay 21 enlaces confirmados. En la Sagrada Família se celebran bodas todo el año, pero los meses más fuertes son abril, mayo y junio y después del verano, en septiembre y octubre. La mayoría de parejas que escogen la basílica viven en Barcelona, muchas tienen raíces en el mismo barrio, pero a diferencia de la mayoría de parroquias de la ciudad, en este caso la dimensión internacional del templo despierta el interés de parejas de todo el mundo. Las hay que han venido expresamente de San Francisco, Singapur, Estocolmo, Bruselas… “Hay gente que piensa que casarse aquí es difícil, pero tratamos de decir siempre que sí”, mantiene Turull. Además de los habituales de la parroquia, parejas de Estados Unidos, Australia, Costa Rica, de países europeos y sudamericanos han venido expresamente a casarse aquí.

Un momento de la ceremonia, en la Cripta
Llibert Teixido
Meiver y José Luís llegaron de Venezuela hace seis y siete años respectivamente. “Desde el primer momento me pareció una basílica imponente, maravillosa… me he casado lejos de mi país pero en un sitio único”, dice ella. En octubre del año pasado se acercaron a la Parroquia a preguntar, querían que el enlace fuera esta primavera. “Había poco tiempo de margen pero tuvimos suerte; primero nos dieron una opción en abril, era a las 17 horas y nos parecía tarde… el resto estaba lleno… Pero había un sitio el último sábado de marzo a las 13 horas, dijimos que sí y a partir de ahí todo fueron facilidades”, explica José Luís. La boda ha servido también para volver a abrazar, siete años después, a sus padres, que viven en Venezuela.
Por su dimensión internacional, en la basílica se invierte la tendencia a la baja de las bodas religiosas
Además de enlaces como el suyo –a partir de estas fechas los hay prácticamente cada viernes y cada sábado– no es extraño ver a parejas extranjeras vestidas de boda y posando en los alrededores de la Sagrada Família, aunque no se hayan casado en el templo. Agencias de fotografía especializadas en bodas ofrecen a los novios sesiones con la basílica como telón de fondo y en las redes abundan las imágenes de novios posando desde alguna azotea con vistas al templo.

A partir de abril y hasta verano y en septiembre y octubre es cuando se celebran más bodas en la Sagrada Família
Llibert Teixido
Las bodas se celebran en la Cripta, que tiene el mismo acceso que la Parroquia (en la calle Sardenya, junto a Provença). Por ahora no se han celebrado nunca en la nave principal de la basílica ni está previsto, por el momento, celebrarlas allí. Con una capacidad para hasta 2.300 personas, la nave principal de la Sagrada Família es la más grande de la Diócesis de Barcelona. La sigue Santa Maria del Mar –otra de las favoritas para las bodas– con capacidad para hasta 2.000 personas. La Catedral puede reunir a unas 800.
“La Basílica la utilizamos para grandes celebraciones o la ordenación de obispos y sacerdotes”, explica Turull. También para algunos actos civiles, como el concierto de Semana Santa, y para las misas internacionales, los sábados a las 20 horas y los domingos y festivos religiosos a las nueve de la mañana. Estas celebraciones, con capacidad para 900 personas “se llenan siempre; se forman colas de más de dos horas y siempre se queda gente fuera”, apunta Turull. La gran mayoría, son turistas quienes, ven en esta celebración religiosa la oportunidad de entrar también en el templo de forma gratuita.
La tendencia a la baja de las bodas religiosas en Catalunya se invierte en la Sagrada Família
Precisamente, mantener vivo el sentido original y la razón de ser de la basílica, el religioso, es la prioridad de esta parroquia, que abarca a una población de entre 4.000 y 5.000 barceloneses del barrio. Su centro neurálgico es la cripta. “Algunas de las parejas que quieren casarse en la Sagrada Família se sienten un poco decepcionadas cuando les decimos que las bodas solo se celebran en la Cripta, pero cuando la visitan… nadie se echa atrás”, asegura Turull. Prueba del interés que hay por casarse allí –no hay un precio establecido pero si una donación que casi siempre supera los 600 euros–, es que cada semana llega como mínimo un par de peticiones. Para dar cobertura a todos los servicios religiosos, la parroquia de la Sagrada Família tiene asignados cuatro sacerdotes, uno de ellos encargado de las celebraciones en inglés –también de las bodas en este idioma– y recibe ayudas puntuales.
En la Cripta, cada día laborable se celebran tres misas, la de las 9 en castellano, la de las 10 en inglés y la de las ocho de la tarde en catalán. El sábado solo se programa la misa de las 9, porque el resto de la jornada se reserva para las celebraciones de bautizos, bodas y comuniones; y los domingos y festivos se programan cinco misas más. “Por la mañana vienen unas 90 personas y por la tarde unas 70”, cuenta el párroco.
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Durante el año pasado se celebraron un total de 102 misas internacionales que contaron con 80.072 asistentes, así como doce celebraciones eucarísticas y eventos diocesanos, con 14.600 asistentes. La parroquia celebra también bautizos (180 durante el año pasado, en grupos de cuatro) y comuniones y las sesiones preparatorias para todo ello. Otra de las actividades que han crecido son los grupos que vienen en peregrinaje, “que quieren ver y vivir la Sagrada Família en su dimensión espiritual”, dice Turull, para ellos también se organizan misas específicas. De marzo a julio y en septiembre y octubre el ritmo oscila entre los tres y cinco grupos diarios.
La dimensión religiosa del templo más turístico vive uno de sus momentos álgidos durante Semana Santa
La dimensión religiosa del templo más turístico vive estos días de Semana Santa uno de sus momentos álgidos, con una programación especial de actos de culto, culturales (el concierto en la nave principal) y populares. A la misa de Ramos de ayer se añade el Triduo Pascual y el Viacrucis y como propuestas más multitudinaria, las iluminaciones especiales en la fachada de la Pasión, que comenzaron anoche y que tendrán dos sesiones más (a las 21 horas y a las 21.30 horas) hoy y mañana.