Barcelona quiere cambiar el relato que tiene el mundo de ella. El del sol, la playa, la buena comida, la fiesta y las selfies con Gaudí. Y para empezar, ha comenzado por cambiar su eslogan turístico: del Visit Barcelona de hace tres décadas a un contundente This is Barcelona . Esto es Barcelona. Y, ¿qué es? ¿Qué quiere contarle al mundo? Cultura. Que es un foco cultural de primer orden.
El director general de Turisme de Barcelona, Mateu Hernández, se reunió ayer en Londres con la prensa británica para explicarles la nueva estrategia de la ciudad. Una Barcelona, recordó, que es una de las urbes industriales que mejor ha dado el salto a la sociedad postindustrial. Una ciudad que no es capital de Estado pero en la que la burguesía industrial impulsó la cultura y grandes artistas, Picasso, Miró, Tàpies, quisieron instalar su legado. Una metrópoli de grandes festivales, notables exposiciones, un peso excepcional de la clásica y con inversiones millonarias en proyectos culturales (ampliación del Mnac y el Macba, Tres Xemeneies, Liceu Mar) camino de materializarse. Y una ciudad que celebrará el centenario de la muerte de Gaudí y la capitalidad mundial de la arquitectura en 2026.
La prensa británica preguntó por cómo cambiar la imagen de la ciudad de inseguridad y fiestas
Un foco cultural que quiere ser percibido como tal. “Estamos orgullosos de quienes somos. Queremos que la gente venga por la cultura y se quede por el resto, que vengan por un concierto o una gran exposición y se queden por su gastronomía, sus tiendas, su estilo de vida, y no al revés, como ahora”, sintetizó Hernández. Un cambio que no aparece de la nada: recordó que la ciudad apuesta por no aumentar más el número de turistas, actualmente 15 millones. Y señaló que en 2024 el turismo cayó un 0,2% en Barcelona. Son 15 millones, dijo, y seguirán siendo 15 millones. La cuestión es qué 15 millones: la cultura debe permitir atraer un turismo de calidad.
Un cambio de relato que aún así reconoce lo conseguido: Hernández recordó que cuándo nació la estrategia actual había 3 millones de pernoctaciones. Ahora hay 30. “El turismo ha permitido a Barcelona ser una de las antiguas ciudades industriales más exitosas. Las conexiones aéreas internacionales, la marca Barcelona, han permitido atraer grandes inversiones en ciencias de la vida, en tecnología, compañías que tienen muy en cuenta las conexiones aéreas y el magnetismo de Barcelona para atraer talento. Y eso viene de su capacidad como marca turística”.
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Pero Hernández pidió a la prensa londinense tener un imagen real de la ciudad. “El turismo representa solo el 13% del PIB de Barcelona. No es una ciudad turística, es una ciudad con turismo, con industria, con tecnología, con servicios avanzados, con emprendimiento, donde BYD, el fabricante de coches eléctricos chino, va a instalar su primera factoría en Europa”. Una Barcelona, dijo, para la que cuya marca la cultura va ser muy importante en el futuro. A la vez ese turismo, en un círculo virtuoso, señaló, debe ser la principal fuente de financiación de la vanguardia y la nueva cultura.
Tras el éxito con el mercado estadounidense, señaló la apuesta por Asia, especialmente Corea del Sur, Japón y China. Un mundo asiático para el que la finalización de la torre principal de la Sagrada Família y de su nueva fachada será como “un nuevo Taj Mahal en Europa, podrán visitar el Coliseo, la Torre Eiffel, quizá el Partenón, y la Sagrada Familia”.
La prensa británica inquirió por la imagen de inseguridad y de turismo de fiestas de Barcelona y por cómo cambiarla. Hernández señaló que el turismo de fiesta ya cae por la subida de precios de la ciudad y que se ha puesto el foco en reducir los delitos, que cayeron un 5% en 2024. Y recordó que Barcelona ya cambió hace 30 años su imagen: de ciudad gris en la que la Pedrera estaba ennegrecida por la polución a uno de los principales destinos turísticos europeos. “Se requirió un periodo largo. Ahora comenzamos otra narrativa que se añade a la anterior y donde la cultura es la estrategia”.