Al mandatario le diagnosticaron una laberintitis, y según el último parte médico, “se despertó bien pero como los síntomas demoran de 24 a 48 horas en disminuir o desaparecer con la medicación.

Foto: AFP
Redacción El País
La salud del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, volvió a ser tema de preocupación. Lula suspendió ayer martes sus compromisos oficiales y trabajó desde la residencia oficial mientras se recupera de una laberintitis, una afección del oído, que le fue diagnosticada el lunes.
El mandatario, de 79 años, “se despertó bien pero como los síntomas demoran de 24 a 48 horas en disminuir o desaparecer con la medicación, está despachando desde el Palacio de la Alvorada”, en Brasilia, dijo una fuente de la Presidencia brasileña.
Lula se sintió mal el lunes y sufrió de vértigo, por lo que anuló parte de la agenda oficial del día y se realizó exámenes en un hospital Sirio-Libanés en Brasilia, que arrojaron el diagnóstico de laberintitis.
Según un boletín del Hospital Sirio-Libanés, difundido por el gobierno, Lula presentó un “cuadro de vértigo, con diagnóstico de laberintitis” y “debe permanecer en reposo a lo largo del día”.
Los exámenes de imagen y de sangre resultaron “todos dentro de la normalidad”, señalaron los médicos.
Ayer martes por la mañana, estaba previsto que participara en una ceremonia por el Día del Diplomático en la cancillería y por la tarde, en una reunión con rectores de universidades federales de Brasil.

Foto: Isaac Fontana/EFE
La Presidencia de Brasil aún no ha confirmado cuándo retomará sus tareas habituales, aunque los médicos le han recomendado que guarde reposo por un plazo de “entre 24 y 48 horas”.
El mandatario tiene pautados varios viajes hoy miércoles y el jueves a los estados de Pernambuco, Paraíba, Paraná y Santa Catarina.
Lula, quien sufrió un cáncer de laringe en 2011, ha tenido algunos problemas de salud en los últimos años.
En 2023, poco después de iniciar su tercer mandato, pasó por una cirugía de cadera para tratar una artrosis que le causaba molestias y hasta le dificultaba caminar.
El año pasado, después de un accidente doméstico, un golpe en la cabeza le causó una hemorragia intracraneal que fue operada con éxito y no dejó ninguna secuela, de acuerdo con los médicos.
Lula, quien todavía no ha revelado si se presentará a la reelección en 2026, ha señalado en varias ocasiones que decidirá su futuro político en función de la evolución de su estado de salud.
Su rival en los comicios de 2022, el expresidente Jair Bolsonaro, también lidia con problemas de salud. Bolsonaro, de 70 años, se sometió en abril a una difícil cirugía abdominal derivada de una puñalada en el abdomen que sufrió durante la campaña electoral en 2018. AFP, EFE
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