Partido cuesta arriba desde temprano
Desde el arranque, Argentina dominó la posesión, pero careció de profundidad ante un rival ordenado. Luis Díaz capitalizó un desliz de Rodrigo De Paul a los 23 minutos y sorprendió con una corrida imparable para marcar el 1‑0 a favor de Colombia.

Expulsión y desafío de temple
A los 25 minutos del complemento, Enzo Fernández fue expulsado por una violenta plancha que dejó al equipo nacional con diez jugadores. Fue entonces cuando la “Scaloneta” exhibió su mayor virtud: el carácter. El equipo apeló al sacrificio, el corazón y la fortaleza para equilibrar un encuentro adverso.
El gol del alma
Faltando apenas diez minutos, Thiago Almada bajó una pelota cerca del área, se sacó la marca con clase y la clavó al segundo palo con un remate cruzado: un golazo que reflejó el coraje del equipo.
Una Scaloneta con garra más allá del fútbol
El planteo del técnico Lionel Scaloni, con cambios tácticos clave —sacó a De Paul y Molina e ingresó Simeone y González— respondió a la necesidad de dinamismo y rosado en banda. Así, se forjó el empate pese a contar con un hombre menos y salir Messi antes del final.
Este 1‑1 no será recordado por su calidad sino por la lección de mentalidad: cuando el fútbol flaquea, el temple y la entrega toman el centro del escenario. La Scaloneta demostró que, incluso sin brillo y con dificultades, es capaz de revertir resultados adversos —un mensaje poderoso rumbo al Mundial 2026.