12.2 C
Buenos Aires
jueves, junio 5, 2025

La sorprendente historia de los cauris, del Índico a la alta costura que lució Lewis Hamilton

Más Noticias

El catálogo del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York contiene 256 entradas que remiten a objetos hechos con o para los “cauris”, ese molusco gasterópodo que abunda en las costas del Océano Índico.

De la China, hay recipientes para almacenarlos datados en la Edad del Bronce; del antiguo Egipto, pendientes que los imitan hechos hace 4000 años, la misma antigüedad que los collares y las cuentas halladas en las tumbas de las mujeres del Reino Medio.

Originarios del Mar Rojo, eran muy apreciados ya que por su parecido con la vulva femenina y con un ojo entrecerrado, se los asociaba a la fertilidad y a la protección contra el mal de ojo. En China, por otro lado, empezaron a aparecer en el apogeo de la Edad de Bronce, cuando entraron en circulación como moneda, cayendo en desuso a medida que se las reemplazaba por las monedas metálicas.

Máscaras, vestidos y más

En el MET, los cauris aparecen, además, en varias máscaras de África subsahariana, como esa del reino Bamum (1394–1884), un Estado al Oeste del actual Camerún, cuya posesión reflejaba el prestigio y los privilegios de sus dueños.

También hay un vestido wasco, la tribu de Oregón: fechado en 1870, sus flecos están compuestos por cuentas de vidrio rematadas por caninos de caribú y conchas de cauri. Esta manera de engarzarlos aparece en una cincuentena de taparrabos adquiridos en África central y occidental y donados a fines de la década de 1970 por Cecilia y Irwin Smiley.

Cauris, molusco gasterópodo que abunda en las costas del Océano Índico. Foto: MET.
Cauris, molusco gasterópodo que abunda en las costas del Océano Índico. Foto: MET.

A ellos se suman, por un lado, talismanes, recipientes, esculturas de madera, tocados, cinturones y pectorales hechos en el continente africano y, por otro, las cartas de navegación de las islas Marshall: estructuras cuadriculadas de varillas verticales, horizontales y onduladas que representan los patrones del oleaje oceánico mientras los cauris indican la posición de las islas.

En fin, 256 objetos que hablan de la enorme distribución geográfica y temporal de los cauris y de sus significados cambiantes según la cultura y los tiempos donde se los haya utilizado.

De hecho, las conchas de cauri, con forma de huevo, muy resistentes, de vivos colores y recubiertas de un esmalte brillante, circularon desde alrededor del año 2000 a.C. hasta finales del siglo XIX como «moneda» internacional a prueba de falsificaciones.

Como forma histórica de dinero se utilizó en África, Asia oriental y meridional y los mares del sur, siendo la moneda de concha de caracol más extendida en el espacio y el tiempo. Se la considera la primera moneda universal, desempeñando un papel importante en el comercio transregional.

Se recolectaban en las islas Maldivas y alrededor del golfo de Tailandia y cuanto más viajaban, más valiosas se volvían. En sentido estricto, no era dinero, ya que no había supervisión estatal ni sistema bancario que las albergara, pero servía como depósito de valor.

En muchas regiones de Asia y África, era mercancía y, a la vez, un medio de pago. Solían ensartarse en hilos de líber y se comerciaba con ellos como dinero en serie; para cantidades aún mayores, se utilizaban medidas en forma de cesta.

Tema caro a la literatura de viajes y a la historia económica, el explorador Richard Burton, en su informe sobre la región de los lagos de África ecuatorial de 1859, describió los valores y los personajes involucrados en las transacciones con cauris.

Llamadao por los árabes kaure, khete en swahili, y en el interior, simbi, se recogían en la región costera entre el cabo Hafun (Somalia) y Mozambique. Según Burton, los banianos, es decir los mercaderes hindúes de casta alta, que no objetaban el tráfico de marfil ni de dientes de hipopótamo, se resistían a transportar los despojos de estos moluscos. Intérpretes, mediadores y agentes de los comerciantes europeos en los siglos XVIII y XIX, los banianos operaban en la costa del Índico pero permanecieron ajenos a este asunto, dejándolo en manos de los mercachifles musulmanes.

Lewis Hamilton asiste a la gala benéfica del Costume Institute del Museo Metropolitano de Arte. (Foto de Evan Agostini/Invision/AP)Lewis Hamilton asiste a la gala benéfica del Costume Institute del Museo Metropolitano de Arte. (Foto de Evan Agostini/Invision/AP)

Comercio circular

Los cauris se compraban en el continente y entraban en una suerte de comercio circular. Desde Zanzíbar, el cauri tomaba dos direcciones. Constituía la moneda de cambio de las regiones al norte del «País de la Luna» (Tanganika) donde se usaba como adorno, por ello los portadores africanos se cargaban con el artículo y para canjearlo en destino.

También se exportaba a la costa occidental africana, donde se utilizaban como moneda: 50 ristras, cada una de 40 conchas, o un total de 2000 representaban un dólar. Los sacos de cauri costaban en Zanzíbar 1 dólar y 44 centavos, y en el África occidental 8 o 9. Las conchas se vendían a razón de 80 libras por tonelada con beneficios estimados en un 500%.

Una casa mercante de Hamburgo, según se dice, por este tráfico creció de 1 a 18 barcos, de los cuales 7 los dedicaba al embarque de cauris.

Este comercio europeo es inseparable de los asuntos africanos, sin los cuales no habría tenido sentido ya que Europa nunca fue una gran consumidora de cauri. Pero las pequeñas conchas suministradas por la zona indopacífica eran necesarias para adquirir ciertas mercancías muy codiciadas: los esclavos negros, motor del comercio triangular desde el siglo XVI hasta la primera mitad del XIX y el aceite de palma, en los dos últimos tercios de ese mismo periodo.

En ambos casos, los cauris proporcionaban un gran margen de beneficios al venderse a la población local en la Costa de los Esclavos desde donde pasaron a América, como se ve en los vestidos indígenas hechos en Oregón y hoy guardados en el MET de Nueva York.

Volviendo a su catálogo, quizás los cauris muy pronto sumen otra entrada. Y eso a raíz del traje confeccionado por Grace Wales Bonner para la gala del MET a pedido del piloto británico Lewis Hamilton, un atuendo definido como “una exploración reflexiva de la identidad”: en color marfil con chaqueta recortada, pantalón de talle alto con raya de esmoquin, faldón, corbatín blanco y fajín bordado con cauris con flecos remachados al estilo de los taparrabos de los Smiley.

La presidenta de la Met Gala, Anna Wintour y el copresidente de la Met Gala, Lewis Hamilton, entre otras personas posan durante la Met Gala. REUTERS/Mario AnzuoniLa presidenta de la Met Gala, Anna Wintour y el copresidente de la Met Gala, Lewis Hamilton, entre otras personas posan durante la Met Gala. REUTERS/Mario Anzuoni

Una idea teórica

La diseñadora inglesa –dicen las revistas de moda– le dedicó tres meses, acorde con su pretensión de elaborar sus prendas “con el mismo esmero que un erudito esboza un ensayo”. Según ella, cada colección se basa en una idea teórica o en una obra literaria y es el resultado de un largo periodo de investigación.

Sus investigaciones, por lo visto, apuntan a fijar sentidos allí donde, como el acervo del mismo MET demuestra, no hay uno sino centenares, tantos como un buen observador quiera detectar.

Los cauris, que ella asocia a los ornamentos identitarios de algunas culturas africanas, sí, lo fueron siempre que se recuerde que también eran una marca de los privilegios de casta de los señores de Bamum o de quien tuviera –como Hamilton, pero en el pasado– la capacidad económica o social de adquirirlos.

Las pequeñas porcelanas del Índico hoy se venden a granel en las tiendas de bisutería de todo el mundo y son un recuerdo turístico de las Maldivas, donde nadie recuerda su vínculo con el tráfico de esclavos.

A fin de cuentas, tras estas búsquedas identitarias está la convicción a la que llegaban los etnógrafos del siglo pasado: la moneda de cauri, como estos trajes, nos convencen de que el dinero es uno de los componentes más elementales de la cultura humana.

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Hospital Garrahan: fracasó la reunión en la Secretaría de Trabajo y hay paro con movilización a Plaza de Mayo

No hubo acuerdo entre el Gobierno y los gremios vinculados al Hospital Garrahan. El conflicto se profundiza y el...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img