Zaira Nara reveló una anécdota inesperada que reescribe parte de la historia más mediática del fútbol y la farándula argentina. Durante su participación en el programa “Sería Increíble” (Olga), la modelo contó que, cuando su hermana Wanda Nara todavía estaba casada con Maxi López, ambos intentaron presentarle a Mauro Icardi para que iniciara un romance con él. Lo que nadie imaginaba es que ese joven delantero terminaría siendo el esposo de su hermana y padre de sus sobrinas.

“Wanda me presentó a Mauro, ella estaba casada con Maxi López y yo estaba soltera. Juntos me quisieron presentar a alguien, ese alguien era Mauro Icardi, compañero de Maxi en el club en el que jugaban”, relató Zaira, dejando a todos boquiabiertos. Según explicó, la insistencia fue tal que cada vez que llegaba a la casa de su hermana, Icardi estaba allí. “Gracias a Dios nunca le di bola, porque después terminó siendo el padre de mis hermosas sobrinas”, agregó entre risas.
La modelo recordó que Wanda llegó a organizar planes para que se vieran a solas, incluso un viaje sorpresa: “Wanda es tan pesada e insistente que me lo llevó de sorpresa, cuando yo le venía diciendo que no. Ahí me enojé con ella”, confesó. En ese momento, Zaira no tenía interés en conocer a nadie y la situación le resultó incómoda. “Yo odio que me presenten a alguien, ya me cae mal de entrada”, explicó, dejando claro que Mauro nunca fue su tipo.

El destino, sin embargo, tenía otros planes. Años más tarde, tras una separación, Zaira viajó a Italia para refugiarse en Wanda y desahogarse. “Apenas llegué, me dijo: ‘Estoy saliendo con Mauro’. Yo quería hablarle de mis problemas, me había pagado el pasaje y todo para charlar, y cuando llegué me contó todo eso. Lo mío quedó como una anécdota”, relató divertida.
Esta revelación suma un capítulo inesperado a la historia que marcó la farándula y el deporte: Wanda y Mauro comenzaron su relación en 2013, tras la mediática separación de la empresaria con Maxi López, y desde entonces protagonizaron romances, escándalos y reconciliaciones que dieron que hablar en todo el mundo.
Hoy, Zaira se toma con humor lo que pudo haber sido un giro impensado en su vida. “Gracias a Dios nunca le di bola”, insistió, dejando claro que la historia quedó en familia… pero no como Wanda había planeado.





