Inspirada en investigaciones del Instituto Gottman, esta tendencia viral propone observar cómo reacciona la pareja ante gestos mínimos, revelando el nivel de atención y empatía en la relación.
Foto: Freepik.
Redacción El País
Lo que comenzó como un video casual entre esposos terminó convirtiéndose en un fenómeno global. Layne Berthoud, terapeuta ocupacional de Los Ángeles, compartió en TikTok un breve clip junto a su pareja que alcanzó millones de visualizaciones en pocos días. En él, mencionaba algo tan simple como: “Hoy vi un pájaro”. La respuesta de su esposo —curiosa y atenta— fue suficiente para que miles de usuarios identificaran allí una muestra de conexión emocional.
Detrás de esa escena cotidiana se esconde lo que hoy se conoce como la “teoría del pájaro”, una forma simbólica de medir la disposición de las parejas a conectar a través de pequeños gestos. La idea se inspira en el trabajo del psicólogo John Gottman, cofundador del Instituto Gottman, reconocido por sus investigaciones sobre la estabilidad matrimonial.
Qué busca realmente la “teoría del pájaro”
El planteo es sencillo: si una persona comparte un detalle trivial —como ver un pájaro, escuchar una canción o notar algo curioso—, la reacción del otro puede reflejar su grado de interés y empatía. Gottman llama a estos gestos “bids for connection” o “peticiones de conexión”: intentos sutiles por captar la atención y fortalecer el vínculo.
De acuerdo con sus estudios, las parejas que permanecen unidas a largo plazo responden de forma positiva a estas peticiones el 86 % de las veces, mientras que en las relaciones que terminan esa cifra desciende al 33 %. La teoría sostiene que no son los grandes gestos románticos los que sostienen una relación, sino las microinteracciones diarias que demuestran disposición y afecto.
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Entre la validación y la conversación
Sin embargo, no todos los especialistas ven con buenos ojos que este tipo de dinámicas se transformen en pruebas virales. Desde el propio Instituto Gottman se advierte que forzar una situación para “evaluar” al otro puede distorsionar el sentido real de la conexión emocional. La directora de investigación, Carrie Cole, ha señalado que la ausencia de la reacción esperada no implica necesariamente un problema de pareja: “La clave está en el contexto y en la comunicación posterior”.
En la misma línea, la psicóloga clínica Alexandra Solomon, conductora del pódcast Reimagining Love, interpreta estas modas como una versión moderna de los antiguos test de pareja de las revistas. Según ella, reflejan la necesidad permanente de las personas por confirmar que su vínculo está bien, pero también pueden alimentar comparaciones y juicios innecesarios.
De TikTok a la vida real
La “teoría del pájaro” no es la única tendencia de este tipo. En los últimos meses también se popularizó la “teoría de la cáscara de naranja”, que propone pedirle a la pareja que realice una tarea mínima —como pelar una fruta— para medir su disposición a colaborar. Ambas ponen el foco en lo cotidiano, aunque corren el riesgo de simplificar un fenómeno mucho más complejo: la convivencia afectiva.
Los Berthoud, protagonistas del video original, aseguran que no pretendían establecer ninguna prueba de amor. Simplemente querían compartir un momento genuino, que para ellos simboliza lo importante: los gestos diarios que refuerzan la complicidad. “Ver cómo la gente interpreta nuestras vidas en 30 segundos es casi un experimento social”, comentó Alexandre, sorprendido por el impacto.
En base a El Tiempo/GDA
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