La Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio de choferes, pone en duda su participación en el paro general de la Confederación General del Trabajo (CGT) del 10 de abril, que ya había sido confirmada la semana pasada.
La cuestión surge tras el paro de colectivos que la UTA había anunciado para este viernes 28 de marzo en el AMBA por su reclamo de reapertura de paritarias. La instancia de negociación entre el sindicato y las cámaras, el miércoles ante la Secretaría de Trabajo, terminó sin ninguna solución del conflicto.
En ese marco, Trabajo dictó el jueves por la tarde un llamado a conciliación obligatoria por 15 días, por lo que esta regiría por lo menos hasta el viernes 11 de abril (ya que no se aclara que sean días hábiles). Igualmente, una vez vencido ese plazo la conciliación todavía podría extenderse por otras dos semanas más.
Consultadas por El Destape acerca de si ratificaban su adhesión al paro general de la CGT del 10 de abril tras la conciliación obligatoria, altas fuentes de la UTA señalaron que «tenemos que analizar jurídicamente en qué condiciones nos deja y ver cómo sigue», poniendo en duda su participación.
De este modo, la UTA amaga con desmarcarse de la postura del resto de los gremios de transporte como Unión Ferroviaria y La Fraternidad (trenes), Metrodelegados (subtes) y APLA, APA UPSA y Atepsa (transporte aéreo), que, al igual que los choferes de colectivos, ya habían confirmado que pararían dentro de dos semanas. De confirmarse que habrá circulación de todos los colectivos, y no solo los de DOTA (que no suelen adherir a las medidas de fuerza), la jornada será caótica porque la muchos se verán forzados a ir a trabajar igual sin medios de transporte alternativos y la ciudad colapsará como es habitual en esos casos.
FUENTE: EL DESTAPE