La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta la forma en que nuestro cuerpo metaboliza el azúcar (glucosa). En caso de padecer esta enfermedad, el cuerpo no produce suficiente insulina o las células no responden adecuadamente a esa hormona.
Este trastorno de salud tiene dos consecuencias principales. Por un lado, produce hiperglucemia (azúcar alto en la sangre), porque la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo y ello puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios.
Por otro lado, la diabetes tipo 2 genera resistencia a la insulina, lo que significa que la glucosa no puede ingresar a las células. El páncreas trata de compensar esto produciendo más insulina, pero con el tiempo, puede no ser capaz de producir lo suficiente.
Esta enfermedad, a menudo, puede prevenirse o controlar mediante cambios en el estilo de vida. Entre ellos figura llevar una dieta equilibrada e ingerir una de las principales vitaminas.

La vitamina C actúa como un potente antioxidante que ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres. En cuanto a la diabetes tipo 2, como las personas con este trastorno presentan un mayor estrés oxidativo, la vitamina C puede ser especialmente beneficiosa.
Además, la vitamina C mejora el control de la glucosa, según han demostrado algunos estudios. Estos revelaron que mejora la sensibilidad a la insulina y, así, ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre.

Como la diabetes tipo 2 aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, la vitamina C puede colaborar a proteger el corazón y los vasos sanguíneos, ya que reduce la inflamación y mejora la función endotelial. Además, puede ayudar a prevenir o retrasar la aparición de complicaciones propias de la diabetes, como la neuropatía, la retinopatía y la nefropatía.
Según información de la revista Vitalia, la vitamina C intravenosa tiene beneficios en el control de la diabetes y los niveles de colesterol.
El sitio Su Médico, por su parte, cita un estudio realizado en 2023, según el cual la vitamina bajó los niveles de hemoglobina A1C, mejoró los de glucosa en ayunas y potenció el estado de ánimo y la presión arterial. “Los resultados son prometedores, pero los expertos subrayan que aún se necesitan más estudios para confirmar estos beneficios y determinar la dosis ideal para personas con diabetes”, agrega.

Por otra parte, destaca que la ingesta diaria recomendada de vitamina C varía según el género y la etapa de la vida, pero en general son 75 mg para mujeres adultas y 90 mg para hombres adultos. En algunos estudios, dosis más altas de hasta 1.000 mg diarios mostraron beneficios para el control de la glucemia con tomas realizadas por más de 12 semanas.
La vitamina C se encuentra en una variedad de frutas y verduras. Por ejemplo, cítricos (naranjas, limones, pomelos), frutillas, kiwis, pimientos y brócoli.
En cuanto a los suplementos de vitamina C, las personas con diabetes tipo 2 deben consultar con su médico antes de tomarlos.