En la provincia de Buenos Aires está prohibida la elaboración de pan con aditivos no permitidos, como el caso del bromato de potasio, que son perjudiciales para la salud. Sin embargo, en las panaderías clandestinas se sigue fabricando el producto con estos materiales nocivos. En este marco, buscan de manera ilegal abaratar el precio sin tener en cuenta las condiciones de sanitarias. Este pan, cuya textura y color es distinto al elaborado bajo normas certificadas, significa una competencia desleal para el panadero que cumple con todos los requisitos.
Por ese motivo, Adrián Ortiz, vicepresidente del Centro de Industriales Panaderos de La Matanza y Martín Cortéz, prosecretario de la entidad, anunciaron en Radio Universidad una campaña de concienciación.
Adrián Ortíz Martín Cortéz
La idea es que el consumidor vuelva a las panaderías tradicionales de barrio que trabajan según las reglas oficiales.
“El premio más grande será el sorteo de un auto Ok. Vamos a llevar el vehículo a cada panadería para que el cliente del barrio lo vea, y sepa que el premio es en serio. Vamos a hacer una prueba piloto el Día del Niño, con sorteos de una play station y bicicletas. Habrá un QR para que los clientes lo escaneen, y participen las veces que compren”, anunció Ortiz.
Por su parte Cortéz agregó: “Queremos convencer al consumidor para que compre pan en la panadería y no en otras bocas de expendio como los supermercados chinos. Así como va a comprar la carne a la carnicería, la verdura a la verdulería, que vaya a comprar el pan a la panadería. Que no vaya al kiosco de la esquina. Es un pan que no tiene control, que no se sabe de dónde salió”.