Un estudio reciente ha revelado que al bajar la cisterna del baño sin cerrar la tapa, las bacterias pueden dispersarse en el aire, aumentando la concentración de gérmenes en el ambiente.
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Foto: Peakpx.
Sofía Arias Martínez/El Tiempo GDA
Los baños públicos son unos de los lugares con más gérmenes. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), estos sitios podrían dejar hasta 200 millones de bacterias por pulgada cuadrada en las manos.
Además, un reciente estudio de la Sociedad para el Análisis de Riesgos de Estados Unidos, publicado en el diario científico ‘Risk Analysis’, reveló cuáles eran las bacterias que se pueden generar al bajar la cisterna sin cerrar la tapa.
Los investigadores analizaron los dos tipos de organismos que habitaban en dos baños en una oficina de China. Uno de estos era un baño en cuclillas, el cual consiste en un agujero en el suelo, y el otro era un inodoro normal y con bidet.
También, utilizaron heces humanas reales para analizar las bacterias que se creaban cuando se bajaba la cisterna. De acuerdo con los hallazgos, las concentraciones de organismos en el aire eran entre un 16 y un 27 por ciento más bajas para E. coli, escherichia coli, después de tirar la cadena de un inodoro vacío en comparación con tirar la cadena de la materia fecal.
Con respecto a la bacteria S. aureus, estafilococo áureo, la concentración era entre 25 y 43 por ciento menor. De este modo, bajar la cisterna con la tapa cerrada podría disminuir la cantidad de bacterias que se propagan en el aire.
¿Cómo reducir las bacterias después de usar el baño?
El estudio también encontró que una buena ventilación podría reducir la proporción de estas partículas de bacterias en el aire, conocidas como bioaerosoles.
«Nuestros hallazgos subrayan los importantes riesgos para la salud que plantea la exposición a bioaerosoles en los baños públicos. Mejorar los sistemas de ventilación optimizando la eficiencia de los extractores y las tasas de intercambio de aire puede reducir eficazmente las concentraciones de bioaerosoles y los riesgos de exposición del público», explicó Wajid Ali, quien lideró la investigación.
Según los investigadores, esto se debe a que las bacterias se «agitan» cuando se baja la cisterna, ya que el agua se «arremolina, salpica y burbujea».
Además, evidencias anteriores han demostrado que los microbios permanecen en el inodoro incluso después de docenas de descargas, pero cerrar la tapa antes de descargar podría reducir significativamente la cantidad de bacterias en el aire.
Entrar en contacto con E. Coli y S. aureus podría causar diarrea, calambres estomacales, náuseas y hasta vómitos. No dude en consultar con un profesional de la salud, en caso de presentar síntomas alarmantes.
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