Hoy se supo que murió Rubén Torrente, el papá de Flor Torrente y primer marido de Araceli González, el 27 de febrero. Araceli González y Rubén Torrente se conocieron cuando la actriz -en ese entonces sólo modelo- tenía 19 de años y, en agosto de 1988, la pareja contrajo matrimonio. Poco tiempo después, en el el año 1991, nació su primera y única hija en común, Florencia Torrente. Poco tiempo después del nacimiento de su hija, Araceli y Rubén le pusieron fin a su relación.
Hoy Flor Torrente se despidió de su papá con un conmovedor posteo de Instagram y Araceli González se sumó al mensaje que escribió su hija: «Hija hermosa! Te abrazo esa almita bella! Leerte me destroza!! Pero sos una leona en todos los órdenes!! Ambos te amamos desde el día 1!! El quería mujer!!! Y así fue!!! Te ama porque seguirá cuidándote de cerca!! Eso lo sabés», arrancó la actriz.

«Nada más bello que vos en nuestras vidas, lo más bello. Siempre a pesar de todo, estuvimos a tu lado. Eras nuestra prioiridad!! Vos sos amada! Eso es hermoso!! Ay hija!! Dios santo!!! Me parte leerte!!! Tan buena hija, conciliadora y amorosa», continuó Araceli.
«El resto te lo dije y te lo seguiré diciendo a vos! Eras su orgullo! Tus dolores eran de los tres!! Y tus triunfos también!! Así será hasta el infinito y más allá, mamá», concluyó la actriz.
Por su parte, Fabián Mazzei, actual esposo de Araceli González, comentó en la publicación de Florencia: «¡Flor te quiero mucho! Tu papá siempre orgulloso de vos seguro q te enviará toda la luz para que sigas brillando en el camino. Solo el paso del tiempo alivia un poco ese dolor tan grandem así que fuerzas, muchas fuerzas».
Así se despidió Flor Torrente de su papá
Si bien Rubén Torrente murió el 27 de febrero, fue recién hoy que su hija Flor Torrente oficializó la noticia y compartió un conmovedor mensaje en Instagram: «Por un lado tan difícil, tan doloroso, tan latente, tan feroz; te atraviesa la vida entera, mientras todo sigue. Pero por el otro, una enorme felicidad y amor. Porque habla de que el dolor es TAN GRANDE, como su presencia y huella en vida. Con cada recuerdo, caricia, compañía, experiencias y risas», continuó.

«Nos volveremos a ver Ruchito, para besarnos y abrazarnos nuevamente. Mientras tanto, seguiré charlando desde aquí contigo: escuchando a nuestro amado Sir Rod, cuidando al pequeñín fortinero y cultivando la familia: Torrente/Lezcano con mucho amor», continuó Flor.
«Te amo, te extraño por siempre y para siempre. Gracias papucho. Con amor Pa», cerró visiblemente conmovida por la muerte de su padre.