La Rambla cuenta entre las farolas que iluminan su recorrido con 15 muy especiales y únicas distribuidas en cinco puntos del paseo. Tienen, a diferencia del resto, cinco brazos y luces. El resto de farolas sostienen una sola luz. Estas 15 tienen una razón de existir, y es que señalan dónde se ubicaban las cinco puertas de la muralla medieval que Pere II hizo construir a finales del siglo XIII a lo largo de la antigua riera para proteger una Barcelona que ya había superado con creces los límites de la primigenia muralla romana.
Estas 15 farolas se distribuyen en grupos. El primero lo forman cuatro farolas de cinco luces, dos a cada lado de la Rambla, que coinciden con el que fue portal de Santa Anna. Unos metros más abajo, encontramos otro grupo de cuatro donde se erigía la entrada de Portaferrissa. El siguiente grupo consta tan solo de dos farolas, que señalan el antiguo portal de la Boqueria. En el que fue conocido como puerta de Trentaclaus, que coincide con el actual Teatre Principal, hay otro grupo de tres. Finalmente, otro grupo de dos fueron instaladas para marcar el portal de Framenors, llamado así por su cercanía con el antiguo convento de los franciscanos, espacio que hoy ocupa el Gobierno Militar.
Con motivo de las obras en la parte baja del paseo, estas dos últimas farolas han sido trasladadas provisionalmente junto a las tres junto al Teatre Principal. Precisamente las obras de reurbanización de la Rambla han dejado al descubierto restos de la muralla que transcurría a lo largo del paseo. Además, puede contemplarse otro lienzo del antiguo muro de defensa junto a la entrada del aparcamiento subterráneo bajo la zona de la plaza del Teatre, donde se ubica el monumento a Pitarra.
La muralla de la Rambla formaba parte del recinto defensivo medieval construido durante un conflicto bélico con Francia que amenazaba la ciudad. En el siglo XIV, se construyó el tercer recinto amurallado, que incluyó la zona del Raval. Siglos después, tras el derribo de la muralla de la Rambla, se decidió que estas farolas señalaran los lugares donde se abrían los históricos portales.