Lizy Tagliani y Sebastián Nebot celebraron a lo grande el cumpleaños número cinco de su hijo, Tati. El pequeño disfrutó de una fiesta soñada con una ambientación inspirada en su superhéroe favorito, Spider-Man, donde no faltaron los detalles personalizados ni las sorpresas para los invitados.
La mesa principal fue uno de los puntos más fotografiados de la noche. Allí se lucía una imponente torta de dos pisos con la máscara de Spider-Man como protagonista, rodeada de cupcakes, cookies y golosinas temáticas.
Tati, disfrazado del superhéroe, fue el centro de todas las miradas en el momento de soplar las velitas, acompañado por sus padres y un animador caracterizado como el personaje de Marvel, que sorprendió a los chicos lanzando telarañas. Este momento especial quedó fotografiado por todos los presentes y fue compartido en redes sociales, pero evitando mostrar la cara del menor en todo momento.
Para esta ocasión, Lizy Taglini apostó por un look tranquilo y cómodo para poder jugar con su hijo. Su outfit fue un pantalón suelto y una camisola de color blanco.
Entre los presentes estuvieron figuras del ambiente como Celeste Muriega y Cristian Sancho, además de Barby Franco, que llegó con su hija Sarah Burlando. También se sumaron familiares y amigos cercanos de la pareja, quienes se mostraron felices de acompañar a Lizy y Sebastián en este día tan especial.
La conductora de La Peña de Morfi compartió en redes sociales imágenes del festejo y un tierno mensaje para su hijo: “Te amo, Tati. ¡Feliz mi amor! Siempre con ustedes”. Las publicaciones rápidamente se llenaron de comentarios cariñosos y mensajes de felicitación.
Con música, juegos y una ambientación pensada en cada detalle, el cumpleaños de Tati se convirtió en una verdadera fiesta inolvidable. Un homenaje a la infancia y al amor de sus padres, que hace un año cumplieron el sueño de formar familia y hoy disfrutan de acompañar a su hijo en cada etapa de su vida.
Los detalles de la ambientación fueron parte clave del evento. Las mesas largas, con mantelería blanca, lucieron centros decorados con globos en forma de máscara y cajas temáticas para cada invitado. En el candy bar, una estantería roja exhibía souvenirs y golosinas personalizadas, mientras que los tonos rojizos y azulados de la iluminación reforzaban la atmósfera de historieta.
