Y con la llegada de los estertores del verano el fin se abre de nuevo el debate sobre la conveniencia o no de facilitar aún más la apertura de las tiendas de Barcelona durante las jornadas festivas. Este domingo concluyó el periodo de cuatro meses que desde hace cuatro años beneficia principalmente a las grandes superficies y tiendas de más de 300 m2.
Barcelona Oberta, entidad que aglutina a los ejes comerciales más visitados de la ciudad, asegura que durante estos cuatro años esta medida permitió que durante estas jornadas aumentara la afluencia de público en estos céntricos viales hasta en un 50%.
“Tenemos más clientes y más tiendas abiertas -apunta desde Barcelona Oberta Joaquim de Toca-. La verdad es que compensa abrir. Entendemos que las administraciones deberían ampliar este periodo entre Semana Santa y Todos los Santos. Estamos desaprovechando una gran oportunidad”.

Algunas tiendas del paseo de Gràcia registraron colas este domingo
Llibert Teixido
Pero la Fundació Barcelona Comerç, agrupación que aúna los ejes comerciales de los barrios, no comparte este entusiasmo y entiende que esta medida apenas comporta beneficios para sus cajas registradoras y sí que suponen muchos costes de carácter familiar y personal.
“No queremos que Barcelona se transforme en un gran centro comercial -subraya Pròsper Puig, presidente de esta entidad-. En estos momentos la libertad de apertura en Barcelona ya es muy alta. La verdad es que la mayor parte de los establecimientos ya pueden abrir cuando lo consideren. En Barcelona se abre más de 30 días festivos al año, y en los barrios únicamente lo hacen aquellos negocios que están principalmente enfocados al turismo”.