Barcelona
Este martes arrancan las obras de urbanización de unos 8.000 m2de espacio público del barrio de Vallcarca. Lo anunció este lunes el gobierno del alcalde Jaume Collboni. Son unos trabajos previos necesarios para el posterior desarrollo de unos 40 pisos públicos y otras promociones de viviendas, para que puedan disponer de los servicios necesarios. Hablamos de unos 20 meses de trabajos que supondrán una inversión de 6,7 millones de euros. Las máquinas también ampliarán algunas aceras, abrirán zonas verdes, instalarán plataformas únicas, soterrarán la recogida de residuos…
Y estas obras también son en cierto modo el simbólico pistoletazo de salida de la transformación de este rincón de Gràcia. “Estos trabajos forman parte de la estrategia municipal para intervenir en Vallcarca y sacar el barrio de la situación de provisionalidad en la que se encuentra desde hace años –subrayó Laia Bonet, teniente de alcalde de Urbanismo y concejal responsable del distrito–. Estamos desencallando y acelerando la materialización de la nueva Vallcarca, pacificando el tráfico y abriendo más zonas verdes y más espacios para los peatones”.
El Ayuntamiento ampliará las aceras, plantará árboles, abrirá nuevos pasos de peatones…
En realidad la tan esperada como controvertida gran transformación de Vallcarca la traerá la apertura de la Rambla Verde, un viejo proyecto dibujado 20 años atrás y olvidado en un cajón municipal durante cerca de tres lustros. El gobierno municipal anunció hace pocas semanas que este mandato realizará las expropiaciones que requiere a fin de que las obras de la Rambla Verde comiencen durante el siguiente.
El ejecutivo de Collboni también explicó que las obras del futuro Parc Central de Vallcarca comenzarán este mandato. Ello comportará el desalojo del asentamiento de chatarreros gitanos rumanos que viven y trabajan junto al puente del barrio desde hace años. El Ayuntamiento también está resuelto a recuperar varios inmuebles usurpados.
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Estos anuncios están aumentando la polarización vecinal en el barrio, la división entre quienes tildan estos planes municipales de procesos especulativos destinados a gentrificar el barrio y quienes aplauden al ejecutivo de Collboni en tanto que piensan que tantos lustros de afectaciones olvidadas alimentaron el abandono, las ocupaciones y la degradación urbanística.
Los trabajos anunciados por la teniente de alcalde también eran una cuestión pendiente, pero no dejan de ser un primer paso. Esta reurbanización tendrá lugar en las calles Mare de Déu del Coll, Farigola, Medes, Cambrils, Argentera y Calendau. El ejecutivo municipal quiere destacar que esta reurbanización aumentará los espacios para el peatón. Algunos tramos presentan a aceras de apenas de un metro de anchura. En esas condiciones arrastrar un carrito de la compra o de un bebé resulta muy complicado. Con esta iniciativa todas las nuevas aceras tendrán una anchura de como poco 1,80 metros.
El número de pasos de peatones en los viales en cuestión pasará de seis a quince. El Ayuntamiento también plantará unos 70 árboles y muchos arbustos en buena parte de los alcorques. Las obras se acometerán por fases: La primera se alargará hasta principios de 2026, básicamente en la calle Mare de Déu del Coll. A partir del 2026, se abordarán las obras en la calle Medes y, finalmente, en las de Farigola, l’Argentera y Cambrils.
