Este sábado de 10 a 13, en la sede de la Facultad de Arte (9 de Julio 430), se llevará a cabo un encuentro denominado «Memoria y archivos domésticos», un espacio de reflexión y creación que propone interpelar las memorias personales desde perspectivas creativas, feministas y estéticas, apostando a su resignificación a través de dinámicas participativas.
La actividad contará con la coordinación de la cineasta Toia Bonino quien estará acompañando la proyección de su última película, «L’addio», en Espacio INCAA UNICEN (Yrigoyen 662).
A través del intercambio de objetos, relatos y prácticas íntimas, Bonino explora la potencia estética, política y colectiva, revelando aquellas huellas muchas veces invisibles que habitan lo cotidiano. Lejos de ser solo historias familiares, esos fragmentos colectivos y sociales contribuyen a construir el tejido que entrelaza lo íntimo con lo público.
La jornada está dirigida a artistas, activistas culturales, investigadores y estudiantes con formación artística y perspectiva de género. Se trabajará bajo modalidad de taller colectivo por lo cual se invita a quienes participan a traer una fotografía, carta o postal, dibujo, audio y cualquier otro documento que sea portador de memoria. Se sugiere orientar su selección con una breve guía de preguntas o ejercicios introspectivos previos para permitir abrir una ronda de intercambio impulsada por preguntas disparadoras.
Los interesados en participar podrán inscribirse completando el siguiente formulario:
https://docs.google.com/forms/d/1cbjOdfko-ZgYHBiu2rqOoXjcQG0zD6CWGvwVmWwdMeI/edit?pli=1
«En el contexto del taller voy a mostrar algunos objetos que me llevaron a hacer la investigación que concluye en la película pero la idea es que los participantes traigan un audio, imagen, dibujos, dichos, recuerdos o las cosas que les parezca relevantes de su historia familiar para ver cómo ellos conservan determinada memoria e identidad con las que se pueden construir problemáticas colectivas o sociales», subraya Bonino quien acompañará el trabajo grupal compartiendo fragmentos de su película y promoviendo nuevas miradas desde su experiencia artística y política.
La propuesta es organizada en el marco del ciclo «Fuera de eje» realizado de manera conjunta por el Programa Arte y Derechos y CDAB (Facultad de Arte), Area de Políticas de Género, Area de Cultura UNICEN y Espacio INCAA UNICEN. El encuentro cuenta con certificación del Consejo Académico de la Facultad de Arte y el respaldo institucional de áreas vinculadas a cultura, género y educación. Se encuentra en evaluación el aval adicional de la Jefatura Distrital.
LA PELICULA
La directora acompañará la proyección del sábado 28, a las 20, que contará con debate posterior en el que se sumarán Gisela Giamberardino y Raquel Pantolini.
«L’addio» es un ensayo fílmico que hace pie en la historia de Antonio Bonino, su abuelo, quien se desempeñó como secretario del partido fascista, y muy cercano a Benito Mussolini. El origen de la película tiene un carácter parcialmente fortuito: Bonino encontró en el altillo de su casa testimonios en Súper 8 grabadas por su padre, que capturaban la vida cotidiana de su familia paterna. A partir de entonces comenzó a escribir una bitácora como espectadora y a leer aquel libro de su abuelo, relegado en un rincón, escrito en italiano: «Mussolini mi ha detto».
Durante años, Bonino pensó que lo de que Mussolini le había dicho algo a su abuelo era una exageración. Pero investigando pudo ratificar esa enorme cercanía con Il Duce. Su abuelo emigró a Argentina en 1949 y un año después, su esposa y sus cuatro hijos se reunieron con él. El libro que encontró la directora lo escribió en 1950 y es un texto que cuenta anécdotas que exaltan al dictador. Nunca regresó a Italia, murió fiel a sus ideales fascistas y pidió ser velado con la camisa negra, deseo que la familia cumplió.
El núcleo temático de la película es el impacto del fascismo de Antonio Bonino en su familia, particularmente en los roles de género y en la construcción de la masculinidad. La película propone una masculinidad que pueda fragilizarse, libre de mandatos de superioridad: no solo revisa el fascismo en su dimensión cotidiana, sino que propone nuevas formas de entender la memoria, la identidad y los roles de género.
