Como cada año, miles de personas se tiñen de colores vibrantes y copan las calles de la India al ritmo de la música para celebrar el Festival Holi, una antigua tradición con míticas raíces ancestrales.
También conocido como el Festival de Colores, por los polvos con pigmentos que cubren la ropa y el cuerpo completo de la gente, los primeros registros de la popular fiesta se remontan al siglo XVII, cuando los colonizadores británicos, fascinados por la fiesta, dejaron plasmadas en papel sus impresiones.

El Festival Holi simboliza la victoria del bien sobre el mal y marca el comienzo de la primavera, lo que se considera el inicio de un nuevo ciclo. Además, la celebración tiene por objetivo pedir a las deidades hindúes que la tierra sea fértil y una buena cosecha.
Qué es Holi, el Festival de los Colores
Pero el festival es mucho más que colores. La fiesta dura dos días: comienza con la última luna llena del calendario lunar, que coincide con fines de marzo y principio de abril.

La primera noche es la “Holika Dahan», en donde la gente se reúne alrededor de la hoguera, que simboliza la victoria del bien sobre el mal y la quema de la demonia Holika, como narra la mitología hindú.
Luego llega la Fiesta de los Colores, conocida como Rangwali Holi o Dhulhendi. Ese día las personas se visten de blanco y lanzan polvos de colores.

Principalmente, se lanzan pigmentos rojos, que simbolizan el amor y la fertilidad; pigmentos azules, que representan a la deidad Krishna; colores amarillos, por la planta cúrcuma; y el verde, el color de la primavera y los nuevos comienzo.
El origen de la celebración
El Festival Holi está arraigado a una antigua leyenda, la de Holika, la malvada hermana del rey Hiranyakashipu y tía del príncipe Prahlada. Según la historia, Hiranyakashipu fue un demonio que vivió miles de años y contaba con poderes extraordinarios, lo que la hacían creer que era el único dios digno de adorar.
Sin embargo, el príncipe Prahlada era devoto de Vishnu, la deidad conocida como el preservador del universo y uno de los tres dioses principales de la Trimurti, junto con Brahma y Shiva.

La devoción de príncipe por Vishnu hizo enfurecer al padre, quien decidió castigarlos. Holika sugirió al rey que el joven Prahlada sea enviado a sentarse en el centro de la hoguera, junto a ella.
Claro que se trataba de una trampa, ya que la demonia tenía una capa que la protegería del fuego, por lo que solo el príncipe moriría incinerado.

La jugada salió mal para Holika. El dios Vishnu intervino a favor del príncipe y mató a Hiranyakashipu. La moraleja de la historia es que el bien siempre triunfa sobre el mal, y de ahí que se celebre alrededor de una hoguera.
Otra leyenda hace referencia a la historia de amor Radha y Krishna, que está escrita en el Bhagavata Purana y simboliza el vínculo entorno entre la devoción y lo divino.