En 2024 Argentina registró 4.027 muertes por el tránsito, una “tendencia descendente iniciada desde 2018” que consiguió la tasa de mortalidad con “el valor más bajo en más de una década”. Así es como la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) resume el informe preliminar de Siniestralidad Vial Fatal Año 2024, elaborado por el Observatorio Vial de la Secretaría de Transporte a partir de datos reportados por las jurisdicciones. A su vez, especialistas en seguridad vial enfatizan en los subregistros de datos que quedan por fuera, y que acercarían más a “la cifra real”.
En el marco del Día Nacional de la Seguridad Vial, que se conmemora este 10 de junio, se conoció el relevamiento actualizado de las muertes por inseguridad vial a nivel nacional.
La cifra informada por el organismo nacional fue 3.357 hechos fatales que resultaron en 4.027 muertes, con la siguiente consideración: que una víctima fatal de siniestro vial es una persona fallecida en el lugar del hecho o hasta 30 días posteriores.
Los datos que conforman el informe provienen de cada una de las jurisdicciones que integran el país.
“La tasa de mortalidad se estima en 8,6 muertes cada 100.000 habitantes, el valor más bajo en más de una década. Esta evolución se alinea con lo observado a nivel regional y global. Según Oisevi (Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial,) varios países de América Latina han mostrado mejoras sostenidas en seguridad vial en los últimos diez años”, sostuvieron desde la ANSV ante la consulta de Clarín.
No obstante, dijeron que «en el último informe de IRTAD–OCDE (Grupo Internacional de Datos y Análisis sobre Seguridad Vial – Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) 2024, se destaca que Argentina sigue la tendencia de reducción de víctimas fatales, aunque persisten desafíos estructurales«.
Destacaron que la cifra de víctimas fatales –que incorporó a la Ciudad de Buenos Aires, que tiene su propio Observatorio de Movilidad y Seguridad Vial de la Ciudad (OMSV)– quedó por debajo de todos los años anteriores, a excepción de 2020, cuando se registraron 3.513 muertes, año de cuarentena por el Covid. En 2021, aun en pandemia, habían sido 4.483.
El informe mostró que Santiago del Estero, La Rioja y Misiones son las provincias con la mayor cantidad de muertos cada 100.000 habitantes. La Ciudad de Buenos Aires aparece penúltima con 3,7 muertes cada 100.000 habitantes.
En números absolutos, la Provincia de Buenos Aires es por lejos la que más víctimas fatales registró con 1.231, seguida por Córdoba (379) y Santa Fe (341).
Así también sostiene que la siniestralidad fatal “muestra características que se mantienen históricamente”: que la mitad ocurre en rutas, que 6 de cada 10 siniestros fatales se debe a una colisión y que el perfil de víctima sigue siendo el de hombres, jóvenes entre 15 y 34 años y usuarios de motos (en un 46%).
Sobre esto último, explican que las víctimas fatales de motociclistas cobran relevancia en el norte del país, mientras que en la Patagonia lo hacen los ocupantes de vehículos livianos. Y que hay ligeramente mayor presencia de los peatones en la región del centro.
Caracterización de los siniestros fatales
La mitad de la siniestralidad ocurre en rutas
Perfil de víctima fatal
Se mantiene el perfil histórico de víctima fatal: hombres, jóvenes entre 15 y 34 años y usuarios de motos
Qué opinan los especialistas en seguridad vial
Clarín realizó consultas a algunos de los referentes más destacados de seguridad vial en el país, en donde pusieron bajo la lupa las cifras reflejadas en el informe, y el ajuste de las mismas con la vida diaria.
“Hemos visto casos en donde una persona aparece muerta de un paro cardiorrespiratorio, pero ¿cuál fue el motivo? En Córdoba hay un 28% más de muertos que lo que hubo en 2024. Es muy poca información y de mala calidad. Las estadísticas viales que recopilan las provincias son a través de sus policías provinciales, y hay muchas personas que no mueren en el lugar del hecho y no se hace un seguimiento como corresponde. La ANSV informa, pero no audita”, sostuvo Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam).
Pons explicó que, pese a que en el registro de víctimas fatales cada jurisdicción puede aplicar un factor de ajuste (que no va más allá de 1,3) para hacer su reporte, hay un claro desfasaje entre lo que se lee y lo que se ve en la calle.

Valeria Unzaga, coordinadora de datos de la niciativa Bloomberg Philanthropies para la Seguridad Vial Global, explicó en esa misma línea que existe un subregistro de muertes por siniestros viales en el país, que podrían sugerir un dato más elevado.
“Esta es una cuestión con la que la agencia incluso venía trabajando hace mucho tiempo y esperamos que los equipos de hecho lo sigan haciendo. Para ajustar estos números, para trabajar de manera más cercana con quienes son los efectores de los datos por provincias, que en la mayoría de los casos son los policías”, expresó.
A su vez, destacó la alta mortalidad de motociclistas como una problemática en incremento en todo América Latina, y añadió que la baja en la mortalidad vial en 2024 podría estar relacionada con la baja en la actividad económica y la movilidad.
Para otros referentes, como Gustavo Brambati, responsable de Seguridad Vial en Cesvi (Centro de Experimentación y Seguridad Vial) hay una cuestión que complejiza el análisis sobre los datos y es que el tema no está en la agenda pública.
“Puedo decir, siguiendo el informe, que la mujer valora más el riesgo que el hombre y que se nota que participan más que antes. Hace 10 años era el automóvil el vehículo más perjudicado, pero ahora es la moto. Veo que puede ser que haya un poco más de control en cuestiones de viajes de rutas, pero no veo algo sustancioso más allá, no veo acciones profundas que justifiquen una cantidad tan importante de baja”, sostuvo.

“No vemos que sean menos las víctimas viales por la cantidad de gente que llama a nuestra sede”, agregó ante la consulta Viviam Perrone, fundadora de la Asociación de Madres del Dolor.
Y, tras convocar por el Día Nacional de la Seguridad Vial, manifestó su preocupación sobre la falta de infraestructura en rutas, que llamó una política de abandono: “En cada hecho vial evitable, hay una responsabilidad directa. Los Gobernadores reclaman por rutas nacionales que cruzan sus provincias, las familias por nuestros seres queridos que nunca más veremos”.
MG