El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a generar controversia al referirse con desdén a Bad Bunny, el artista puertorriqueño que fue elegido para protagonizar el próximo show de medio tiempo del Super Bowl.
Durante una entrevista en el programa Greg Kelly Reports, Trump aseguró: “Nunca he escuchado hablar sobre él” y “No sé quién es”, declaraciones que desataron una ola de comentarios en redes. El conductor Greg Kelly había iniciado el tema con un tono burlón, diciendo: “La liga acaba de elegir al conejo Bad Bunny, o como se llame”, sugiriendo que “muchos ni siquiera saben quién es”.
Fiel a su estilo, Trump sumó críticas a la organización del evento: “No sé por qué lo hacen, me parece una locura. Y luego le echan la culpa a algún promotor. Es absolutamente ridículo”, comentó el mandatario, quien calificó la decisión como un error sin fundamentos.
Lo cierto es que el presidente parece ignorar el impacto del músico en la cultura popular. Bad Bunny, ciudadano estadounidense nacido en Puerto Rico, se mantiene desde hace años entre los artistas más escuchados del planeta, con récords de reproducciones en plataformas digitales y una gira mundial que agotó millones de entradas y generó alrededor de 380 millones de dólares en ganancias este año.

Las declaraciones de Donald Trump se inscriben en un clima político cargado, donde algunos sectores conservadores también criticaron la elección del cantante para el Super Bowl, calificándola de “vergonzosa” y vinculándola incluso con debates migratorios.
De hecho, en redes, algunos usuarios ironizaron sobre la posibilidad de que el evento cuente con presencia de agentes de ICE (el servicio de inmigración estadounidense), un reflejo de cómo la política se filtró incluso en el espectáculo deportivo más visto del año.
De esta manera, el próximo Super Bowl promete no solo ser una cita clave para los fanáticos del fútbol americano, sino también un nuevo escenario donde se cruzan la cultura pop, la música latina y las tensiones políticas de Estados Unidos.