El acceso a la vivienda se ha convertido en el mayor de los problemas para una parte importante de la ciudadanía. Y como no consta que haya una solución mágica que lo pueda resolver de hoy para mañana, abundan las aproximaciones con posibles recetas que los políticos con responsabilidad en la materia deben escoger.
Entre el aluvión de posibles salidas al problema de la vivienda que surgen de un tiempo a esta parte, ha tomado la palabra Joan Clos, alcalde de Barcelona entre 1997 y 2006, posteriormente director ejecutivo de ONU-Hàbitat y actual presidente de la asociación de propietarios de vivienda en alquiler. Sus recetas han sido recogidas en el libro recién publicado La vivienda social y asequible (análisis y propuestas para un derecho constitucional) , y que este martes ha presentado en el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (Coac) en una conversación con el vicedirector de La Vanguardia , Enric Sierra.

Enric Sierra y Joan Clos durante su conversación en el Col·legi d’Arquitectes
Pau Venteo / Shooting
“La solución más inteligente para la socialdemocracia es que una parte de la vivienda sea de titularidad pública”, ha defendido Clos, que en su libro propone hacer una modificación de la ley para que se pueda construir vivienda protegida en terrenos de titularidad pública destinados inicialmente a equipamientos.
El exalcalde de la capital catalana habla también de un 30%, pero no del que tanto se debate en la capital catalana, si no de un 30% como porcentaje global de vivienda protegida al que se debe aspirar. “En la ley urbanística hay una balanza entre cargas y beneficios y se supone que deberían estar equilibrados, pero el gobierno de Colau puso una carga extraordinaria que lo ha cambiado todo y mantiene a los promotores a la espera de que suban los precios y les salga a cuenta construir. O se quita el 30% o se aumenta la edificabilidad”, ha razonado Clos.
“No necesitamos más suelo urbano, basta con una mayor edificabilidad”, defiende Clos
Para el exalcalde de Barcelona, una de las recetas en vivienda pasa por aumentar la edificabilidad de un modo comedido y razonable. “Entre 20.000 y 30.000 habitantes por kilómetro cuadrado es la densidad más eficiente a nivel ecológico, el promedio en el área metropolitana de Barcelona es de 7.000 y en Catalunya ahora se está construyendo a razón de 2.000 habitantes por km2”, ha indicado Clos, que puso en Sant Cugat el modelo paradigmático donde se vende todo lo que se construye y no precisamente a un bajo precio.
Clos remarca que “los promotores no tienen ideología, hacen lo que les funciona mejor, y ahora es eso”. Ha apuntado entonces al aumento de la densidad como solución también para que la Generalitat haga realidad su promesa de 50.000 viviendas en cinco años. “No necesitamos más suelo urbano, basta con una mayor edificabilidad”, ha concluido el exalcalde de Barcelona, convencido de que “no hay problemas para hacer más vivienda, lo que hay son problemas políticos”.
Consciente de que hablaba para arquitectos, ha hecho un llamamiento a “un urbanismo denso pero con buena arquitectura”. También ha instado a afrontar el reto de la regeneración urbana como la que se hizo en su momento en la rambla del Raval o en el 22@. “En España hay un terror telúrico a tirar pisos y volver a construirlos, pero es imprescindible cuando hay tejidos urbanísticos deteriorados como sucede en la mitad de Mataró o Manresa”, ha puesto como ejemplo Clos, que ha llamado también a replantear los polígonos industriales más cercanos al tejido urbano.