La digitalización y la adopción de sistemas avanzados marcan un cambio estructural en la logística, con el surgimiento de las torres de control inteligentes como recurso central para la gestión eficiente de cadenas de suministro.
De acuerdo con André Campos, director de Descartes en Brasil, una torre de control bien diseñada “integra datos, sistemas y personas en tiempo real, y orquesta toda la cadena logística con agilidad y precisión”. Este tipo de estructura actúa como el “cerebro” de la operación, interpretando señales, detectando cuellos de botella y coordinando respuestas anticipadas ante posibles inconvenientes.
El modelo se apoya en analítica avanzada e inteligencia artificial, lo que posibilita prever interrupciones, optimizar rutas y tomar decisiones informadas. Las compañías que han implementado este enfoque reportan indicadores como menos kilómetros recorridos, menor gasto en combustible, entregas más rápidas y una eficiencia operativa mejorada. Para Campos, el verdadero avance reside en “pasar de una lógica reactiva a una visión estratégica”.
La centralización de la información es otra característica relevante de estas torres. Antes, los datos estaban dispersos en planillas y sistemas desconectados; actualmente, pueden concentrarse en una unidad unificada, facilitando la toma de decisiones en todos los niveles de la organización.
Sin embargo, la tecnología por sí sola no basta. El especialista subraya la necesidad de colaboración entre transportistas, operadores logísticos, proveedores y clientes, así como la importancia de evaluar la madurez digital de los equipos y su capacitación para el uso estratégico de las herramientas.
El componente de sustentabilidad también cobra protagonismo. Optimizar rutas y maximizar el uso de flotas contribuye a operaciones más eficientes energéticamente. El Grupo Petrópolis, por ejemplo, logró 98,4% de entregas con evidencia registrada, 97,3% de efectividad en las entregas, 98,0% de entregas dentro de plazo, 9% de reducción en horas extras y 5% de reducción en consumo de combustible.
Las torres de control inteligentes permiten avanzar hacia una logística personalizada, adaptando los servicios al perfil de cada cliente y mejorando la experiencia del consumidor final.
“Invertir en una torre de control no es un proyecto de TI, es una decisión estratégica que impacta la eficiencia, la competitividad y la cultura de toda la organización”, afirmó Campos, según informó Descartes.






