El clima de tensión contra las medidas del Gobierno se agudizó en las últimas horas por la decisión de la Corte Suprema de confirmar la condena contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Al paro nacional de docentes –convocado hace más de una semana, cuando aun no se evaluaba la inminencia del fallo condenatorio– se sumaron tomas estudiantiles, pronunciamientos institucionales y el diagrama de nuevos «planes de lucha» de diversos sectores ligados con la educación superior pública.
Este miércoles 11 y jueves 12 estaba programado un paro nacional de 48 horas convocado por un plenario de la Confederación de Docentes Universitarios (Conadu), en rechazo a la «brutal pérdida del poder adquisitivo de los salarios de las y los docentes universitarios y preuniversitario».
La medida convergió con la reacción estudiantil al dictamen condenatorio que derivó en la toma de varias facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y una ocupación «simbólica» del Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), horas después de que los jueces del máximo Tribunal de Justicia dieran a conocer su resolución sobre el denominado caso «vialidad», que confirmó la prisión efectiva de 6 años y la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos contra la ex presidenta y ex vicepresidenta.
Como se informó en las últimas horas, las sedes de Filosofía y Letras y de Ciencias Sociales de la UBA fueron ocupadas a partir de la tarde del martes. Además, desde el Centro de Estudiantes de Exactas y Ciencias Naturales, se definió ocupar Ciudad Universitaria y se impidieron los accesos al predio.
También hubo un comunicado de 45 rectores y vice rectores de universidades nacionales en el que los funcionarios «a título personal», denunciaron que la decisión judicial se trata de «un golpe al corazón del sistema republicano». Firman los responsables de todas las casas de estudios del Conurbano, las de más reciente creación, algunas del interior bonaerense y varias de provincias argentinas. En total representan a casi la mitad de las que conforman el sistema universitario.

“Hoy Argentina es un país menos justo, en donde existe un contexto en el cual prevalece el ‘vale todo’ para confirmar una narrativa, y se interfiere en el proceso electoral, principio esencial de una sociedad democrática”, concluyen los rectores.
Los espacios de representación de algunas universidades –como las de Avellaneda, Lomas de Zamora, La Matanza, Quilmes, entre otras– también concretaron protestas en sus edificios. O incluso enviaron «delegaciones» hacia el barrio de San Telmo, donde tiene residencia Cristina Fernández, o a la sede del PJ de la calle Matheu, en el barrio de Balvanera.
Las autoridades de Conadu informaron que el paro de este jueves tiene «altísima adhesión» en todo el país. En La Plata hay apoyo parcial. Las unidades académicas más «radicalizadas» como Trabajo Social o Artes tienen actividad nula en los claustros pero permanecen abiertas. En otras, como Medicina, se reprogramaron exámenes y hay pocas clases. En Económicas –por caso– el funcionamiento es casi normal.

Las protestas en el ámbito universitario se intensificarán en las próximas semanas. Conadu resolvió también realizar 48 horas de paro en la semana del 23 al 27 de junio. Y propuso una marcha nacional universitaria para el próximo 25, con movilizaciones simultáneas en todo el país. Las actividades en reclamo de mejoras salariales incluye además, la realización de «acciones locales de visibilización que en cada lugar resulten adecuadas».
Los estudiantes proponen también coordinar una campaña de recolección de un millón de firmas en apoyo al reclamo universitario que se despliegue con intervenciones callejeras por todo el territorio nacional.
La Plata. Corresponsalía
MG