Alejandra Oherens, funcionaria de la Municipalidad de Neuquén, vivió una noche de terror cuando desconocidos intentaron ingresar a su casa en Santa Genoveva. “Golpeaban la puerta y me gritaban que abriera”, contó. La zona no tiene cámaras y ya fue denunciada por hechos de inseguridad.
Neuquén.- La secretaria de Género de la Municipalidad de Neuquén, Alejandra Oherens, denunció un violento intento de robo en su domicilio ubicado en el barrio Santa Genoveva. El hecho ocurrió la noche del jueves, mientras se encontraba en la vivienda junto a su hija enferma. La situación fue tan extrema que debió suspender una conferencia de prensa programada para el día siguiente.
“Estuvimos atrincheradas en casa durante una hora. Golpeaban la puerta, pateaban el portón del garage y me gritaban que abriera”, relató la funcionaria en una entrevista radial. Según explicó, encendió todas las luces de la casa, activó la alarma barrial y pidió ayuda a un vecino. Luego intentó comunicarse con la Policía, sin éxito inmediato.
“Logré contactar al comando, y en 10 o 15 minutos llegó el patrullero. Recién ahí se fueron”, contó, aún conmovida por el episodio. Pese a sus gritos desde el interior, los atacantes no desistieron hasta ver la presencia policial. Aunque la principal hipótesis es que se trató de un intento de robo, Oherens no descarta que el hecho pudiera estar vinculado a amenazas previas que recibió por su labor pública.
“En los cinco años que llevo en este cargo he recibido muchas amenazas por redes sociales y por teléfono. Nunca me había pasado algo así físicamente”, advirtió.
El barrio Santa Genoveva es uno de los sectores de la ciudad donde los vecinos vienen reclamando mayor seguridad. Oherens vive frente a la plaza Juan Domingo Perón, un área sin cámaras de vigilancia públicas, lo que dificulta tanto la prevención como la identificación de sospechosos.
La secretaria lamentó profundamente no haber podido presentar una iniciativa clave: una capacitación en perspectiva de género para fuerzas de seguridad de toda la provincia. “Estamos trabajando con cadetes, oficiales y suboficiales. Este avance es algo muy bueno y lo celebramos. Pero este intento de robo ensombreció todo”, expresó.
“Uno se termina resignando, naturalizando estas situaciones. Hoy me tocó a mí. Por suerte, no pasó a mayores”, concluyó. Su testimonio pone en foco la creciente ola de inseguridad y la vulnerabilidad que enfrentan incluso quienes ocupan cargos públicos en la provincia.