Por casi siete meses, Ewa Hunt, de 56 años, vive angustiada tras el robo de sus perros, Bruno y Molly, en un “descarado allanamiento de morada” captado por cámaras de seguridad en su casa en Yorkshire del Oeste, Inglaterra. La historia tomó un giro después de que un juez identificara a su expareja, Allan Towell, como el probable culpable.
El robo ocurrió en febrero, cuando Bruno, un shepadoodle de nueve meses, y su madre, Molly, fueron secuestrados en Featherstone, una ciudad en el distrito de Wakefield. Molly fue encontrada seis días después a 40 kilómetros de distancia en Goole, Yorkshire del Este. Sin embargo, Bruno desapareció sin dejar rastro, y su destino continúa incierto.
Durante una audiencia de la corte familiar entre la Hunt y Allan Towell, ella solicitó y se le concedió una orden de no acoso contra él. En un fallo extraordinario, el juez dictaminó que Towell, un vendedor de autos con antecedentes criminales, fue el hombre detrás del robo.

“Este fue un descarado allanamiento de morada y un robo planeado y vergonzoso que buscaba castigar a alguien y tenía la intención de lastimar. Y tuvo éxito en ese objetivo”, dijo el juez Jonathan James, según consignó el medio Daily Mail.
Se cree que Towell planeó meticulosamente el allanamiento después de culpar a los cachorros por el fracaso de su relación de 21 meses con la Hunt. El juez James lo nombró responsable “por el equilibrio de probabilidades”.
Robo de perros en Yorkshire: juez señala a expareja como culpable
Las imágenes de la cámara de seguridad mostraron a un hombre encapuchado que entra por la puerta trasera de la propiedad de Hunt poco después de las 8:45 p.m. del 13 de febrero. Se le ve salir menos de dos minutos después con ambos perros tomados de la correa. En un clip, se puede escuchar a la figura encapuchada nombrar a Molly.
El abogado de Hunt, Roger Bickerdike, afirmó que era un caso “muy convincente” de que Towell fue el responsable, dada su “historia de comportarse de manera intimidante y desagradable después de las rupturas de relaciones”.
El juez James, basándose en su propia experiencia con sus mascotas, señaló que el intruso debía estar “familiarizado” con los animales, ya que no ladraron al entrar en la cocina de la Hunt. También observó la rapidez con la que el sospechoso colocó los collares y arneses especializados correctos, conocidos como Halti, antes de irse, lo que indica un conocimiento detallado de los animales y cómo manejarlos.

El juez también destacó que se utilizó una llave para entrar a la casa de la Hunt mientras ella estaba en un espectáculo de cabaret, un detalle que apuntaba a Towell. Además, el juez concluyó que un dispositivo de rastreo encontrado en el coche de la Hunt fue colocado allí por Towell para asegurarse de que su expareja no estuviera en casa.
“Claramente, este no fue un evento espontáneo del momento. Fue planeado y ejecutado con rapidez y precisión por alguien que tenía un conocimiento detallado de estos animales”, dijo el juez Jame.
La aparición de Molly a 40 kilómetros de distancia con un hombre llamado Andy, conocido de Towell por su afición al jet-ski, no fue una “coincidencia extraña”, según el juez, quien estaba “satisfecho por el equilibrio de probabilidades (de) que fue Allan quien le entregó el perro”.

Towell negó ser el ladrón y presentó una testigo con una coartada, pero el juez encontró que la testigo no había sido “sincera” y describió el testimonio de Towell como “discutible” y “lamentablemente poco realista”. A pesar del contundente fallo de la corte familiar, Towell no fue acusado penalmente, ya que el estándar de prueba en la corte penal es más alto “más allá de toda duda razonable”.
Hunt expresó su miedo a las “tendencias vengativas” de Towell. “Tengo miedo de que haya daños a mi propiedad, más daños a mi auto. Pero no tengo miedo de buscar a Bruno, seguiré buscando a Bruno. Es mi bebé, no dejaré de buscarlo”, dijo Hunt.
Después de la audiencia, Hunt hizo un llamado a la Policía de Yorkshire del Oeste para que revise el caso del robo de Bruno. Expresó su temor de que Bruno se haya ahogado en un lago. Hunt suplicó a cualquiera con información sobre el paradero de Bruno que se ponga en contacto con la policía.