Confirmando que es una persona que, antes de actuar, se informa, escucha, lee, analiza y consulta, a casi cinco meses de su elección, el papa León XIV decidió este lunes ponerle un límite al poder del Instituto para las Obras para la Religión (IOR), también conocido como el «banco del Vaticano«.
En la carta apostólica en forma de “motu proprio” –por iniciativa propia- titulada “Coniuncta Cura” (“Cuidado conjunto”), sobre las actividades financieras, el Papa estadounidense le quitó al IOR la exclusividad sobre las inversiones.

(Mauricio Dueñas Castañeda/EFE)
Con su primer “motu proprio” -decreto-, en efecto, derogó una disposición que había dado el papa Francisco el 23 de agosto de 2022, por la que el IOR se había vuelto el único ente que podía manejar en forma exclusiva las inversiones. Y le devolvió a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) la potestad de hacer inversiones, utilizando si es pertinente las estructuras del IOR, para que los diversos entes colaboren juntos.
“Corresponsabilidad en la comunión es uno de los principios para el servicio de la curia romana, como quiso el papa Francisco y estableció en la constitución Apostólica Praedicate Evangelium, del 19 de marzo de 2022”, explicó León en el motu proprio, que firmó el 29 de septiembre pasado y que fue publicado este lunes.
“Esta responsabilidad compartida, que tiene que ver también con las instituciones curiales a las que le competen actividades de inversión financiera de la Santa Sede, requiere que se consoliden las disposiciones que se dieron en el tiempo y que sean bien definidos los roles y las competencias de cada institución, haciendo posible la convergencia de todos en una dinámica de mutua colaboración”, sumó.

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Fue así como, tras evaluar “atentamente las recomendaciones aprobadas en forma unánime” por el Consejo para la Economía y tras consultar a “personas expertas en la materia”, estableció este primer gran cambio en la gestión económica.
De ahora en más y al abrogarse un “rescriptum” de Francisco del 23 de agosto de 2022 que interpretaba de modo distinto el tercer punto de un artículo de la constitución apostólica Predicad el Evangelio, las actividades de inversión financiera ya no estarán exclusivamente en manos del IOR.

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De acuerdo al artículo 219 de la constitución apostólica Praedicate Evangelium -que reformó la curia romana-, “deben estar conformes a las disposiciones establecidas por el Comité para las Inversiones, en el respeto de la Política de inversión aprobada”.
“Al determinar las actividades de inversión de la Santa Sede, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) por lo general hace uso efectivo de la estructura organizativa interna del IOR, a menos de que los órganos competentes, como establecido por los estatutos del Comité para las Inversiones, no consideren más eficiente o conveniente el recurso a intermediarios financieros establecidos en otros Estados”, escribió.
Por Elisabetta Piqué de La Nación/GDA