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El nuevo Papa Leon XIV es estadounidense de nacimiento, pero con una extensa relacin con Latinoamrica y, adems, con Argentina y con el Papa Francisco.
Si bien el nuevo pontfice sali al balcn de la loggia de San Pedro revestido con las vestimentas tradicionales que Francisco haba rechazado hace 13 aos y tampoco lo homenaje con su nombre, si lo mencion con cario en su primer discurso como obispo de Roma: «Todava conservamos en nuestros odos a esa voz dbil, pero siempre valiente, del Papa Francisco, que bendeca a Roma y al mundo entero aquella maana de Pascua». Los aplausos estallaron en la Plaza.
Quiz el gesto de continuidad ms importante que ya confirm es su vocacin «sinodal», una directriz de su antecesor que propone abrir decisiones sobre el rumbo de la Iglesia a los Cardenales y a los laicos.
Prefecto del Dicasterio para los Obispos fue el ltimo rol en el que lo haba nombrado el Argentino. Ese es un puesto clave en la curia Romana y sucedi en ese lugar al controversial y conservado Raymond Burke, tambin estadounidense y enfrentado con Bergoglio.
Pero la historia de ambos se remonta a dcadas atrs: Prevost conoci a Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires y entabl con l una amistad que se consolid a lo largo de los aos,.
«Francisco era un hombre que quera vivir el Evangelio con autenticidad, con coherencia», subrayaba el por entonces cardenal agustino en declaraciones que dio a la prensa Vaticana y, entre las enseanzas ms preciadas destac el deseo de Francisco de construir «una Iglesia pobre, que camina con los pobres, que sirve a los pobres».
A los medios vaticanos, el cardenal agustino tambin le confi que siempre ha apreciado a quien fue su antecesor por su «autntico corazn cristiano», su «generosidad», su «caridad» y su «deseo de vivir esta dimensin del Evangelio hasta estos ltimos das».
Encuentros en Argentina
Conoci a Jorge Mario Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires, describe algunos aspectos de su carcter, enumera ancdotas: «En los tiempos en que yo era prior general de los agustinos, varias veces, durante las visitas a mis hermanos en Argentina, cuando l era todava cardenal, tuve ocasin de conocerle y hablar con l, informalmente y sobre asuntos ms institucionales».
Elegido Papa, Francisco celebr su primera misa pblica, el 13 de marzo de 2013, en la parroquia de Santa Ana del Vaticano, confiada al cuidado pastoral de religiosos agustinos, y en esa ocasin Prevost se reencontr con l. «Me pregunt si se habra acordado de m y cuando lleg y entr en la sacrista, al verme, me reconoci inmediatamente y empezamos a hablar».
El pensamiento Prevost, hoy Leon XIV, se remonta tambin al primer viaje apostlico del Papa Francisco, a Lampedusa, a su «cercana a los migrantes, hasta estos ltimos meses, incluso cuando escribi», en febrero pasado, «sobre la importancia de estar cerca de los que sufren y de tener el corazn de Jesucristo», cuando se puso en marcha el programa de deportacin masiva de inmigrantes ilegales y refugiados.
Con el Papa Francisco, entonces, Prevost, como prefecto del Dicasterio para los Obispos, tuvo una cita fija durante dos aos, todos los sbados por la maana.
«Hasta el final, quiso darlo todo a su ministerio, a su trabajo, a su servicio en la Iglesia», continu el ahora excardenal, hablando de su encuentro semanal con el Pontfice.
«Al principio era a las 8 de la maana. Pero a veces llegaba a las 7.30 y ya me estaba esperando, as que empec a ir un poco antes y a veces se anticipaba». Se trataban temas importantes, pero Francisco aada a menudo una peticin: «Me deca, entre otras cosas, al final de la audiencia: ‘No pierdas el sentido del humor, tienes que sonrer'».
Prevost recuerda la oracin de Santo Toms Moro, repetidamente citada por el Papa para exhortar a seguir adelante en «cosas de gran responsabilidad, con gran confianza en la gracia del Seor». Francisco no escatimaba «en servir a la Iglesia», prosigue Prevost, precisando que el Pontfice estaba siempre «muy bien informado de las cosas».
La reaccin de la Iglesia en Argentina
Minutos despus de la noticia, por las redes se dio a conocer un video en el que se puede ver al grueso de los obispos argentinos –que se encuentran reunidos en la 126 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal– celebrar el anuncio del nuevo papa.
Se puede ver la tensin previa, la escucha atenta y despus, la explosin de aplausos y festejos, tal y como si fuera un gol de un equipo de ftbol. Algunos de ellos repiten «Prevost» y levantan los brazos.
Con posterioridad, redactaron un documento en el que afirman: «Damos gracias a Dios por el don de su persona, por su disponibilidad generosa al servicio del Pueblo de Dios y por su s confiado a la misin que hoy le ha sido confiada. Lo acompaamos con nuestra oracin y afecto, pidiendo al Seor que lo fortalezca con los dones de su Espritu para guiar a la Iglesia en estos tiempos con sabidura, misericordia y con un compromiso ineludible por la paz».
La Iglesia, de ms est decir, va ms all de los cardenales y obispos. Hay sectores ms conservadores que -aunque proclaman obediencia- no estn conformes con la eleccin. En general, esos espacios esperan que sea un papado «moderado».
En ese sentido, destacan que haya calzado los tradicionales atuendos papales y que haya elegido el nombre de Leon, cuyo antecedente ms cercano est en las dcadas finales del siglo XIV. Ven all un retorno a la tradicin.