Uno de los hombres fuertes de los servicios de inteligencia y, al mismo tiempo, de la política internacional argentina, es Leonardo Scatturice. Fue nuevamente artífice fundamental de las reuniones entre el presidente argentino Javier Milei y las autoridades norteamericanas en Nueva York. En el marco de la Asamblea General de la ONU en Estados Unidos, se anunciaron medidas que podrían ayudar a Argentina económicamente. Para esas gestiones, Scatturice fue clave.
Actualmente, vive en Miami y no sale de Estados Unidos porque está tramitando su green card. En 2014 era empresario vinculado a los servicios de inteligencia y dueño de C3 Consulting, una agencia de investigación privada contratada por compañías extranjeras para obtener información sobre Argentina. Sus informes a menudo rozaban cuestiones de inteligencia ilegal, lo que derivó en causas judiciales y escuchas telefónicas a cargo de la SIDE.
Scatturice estuvo involucrado en diversos escándalos locales, como el divorcio de Matías Garfunkel y Victoria Vanucci. También trabajó con Frank Holder, exmiembro de la embajada de Estados Unidos en los 90, que creó una firma de inteligencia privada contratada por empresarios.
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Hoy, Scatturice es el principal puente entre Donald Trump y Javier Milei. Al inicio de su gestión, Milei mantenía un vínculo personal con Elon Musk, pero al perderse esa conexión, Scatturice ganó espacio a través de Barry Bennet, socio suyo y amigo de Trump.
Ambos fundaron en Washington la empresa Tactic Global, dedicada al lobby internacional. Países como Argentina, Vietnam, Serbia y Kirguistán han contratado sus servicios en el último año.
Scatturice tuvo un rol central en la negociación del swap de 20.000 millones de dólares con Estados Unidos y en el paquete de asistencia económica. Junto a su socia Soledad Cedro, organiza la influyente Conservative Political Action Conference (CPAC), con fuerte peso en el entorno de Trump.
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Además, es dueño de OCP Tech, con presencia en toda Latinoamérica (Argentina, Bolivia, Colombia, Perú y Panamá). Su relación con Daniel Hadad, dueño de Infobae, es de larga data: son amigos desde hace más de dos décadas y viven en el mismo edificio en Miami. En escuchas judiciales de los años 2010 ya aparecían conversaciones entre ambos.
Durante la Asamblea de la ONU, Milei se hospedó en el hotel The Langham de Nueva York. Allí, Scatturice y Cedro pasaron horas en el lobby, manteniendo reuniones con el presidente y con el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. Formalmente, Scatturice representa el lobby de la Argentina y de la Secretaría de Inteligencia ante Washington, con contratos registrados en Estados Unidos.
También estuvo presente en la gala en la que Barry Bennet premió a Milei, junto a empresarios como Bettina Bulgheroni, Gregorio Werthein y José Luis Manzano.
La semana pasada, la presidencia de Paraguay compartió imágenes de la inauguración de la oficina de OCP TECH en Asunción, encabezada por el presidente Santiago Peña y Laura Belén Arrieta, recordada en Argentina por el episodio del avión con 10 valijas que no pasaron por la aduana. En la misma semana se realizó la CPAC Paraguay, organizada por Cedro y Scatturice. En el encuentro también estuvo Barry Bennet, lo que alimenta las versiones de que Paraguay podría convertirse en nuevo cliente de Tactic Global.
Scatturice es un actor a seguir de cerca por dos motivos: maneja la relación bilateral entre Argentina y Estados Unidos, desplazando en la práctica al canciller Gerardo Werthein, más cercano al Partido Demócrata; y teje una red de vínculos en Latinoamérica que refuerzan su peso en Washington.
En paralelo, avanza en los negocios: este año compró Flybondi y también participa en la marca de indumentaria Boken, propiedad de Mario de la Fuente, amigo de la infancia y yerno de Hadad.
RR/TV/fl