La decisión de la Corte Suprema de Argentina de confirmar la condena a Cristina Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos generó una ola de reacciones en América Latina y dentro del propio país.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, expresó este martes su “firme respaldo” a la ex mandataria argentina Cristina Kirchner: “Desde Bolivia expresamos nuestro firme apoyo y solidaridad con la hermana @CFKArgentina, frente a un evidente uso de la justicia como herramienta para socavar las fuerzas de izquierda y del campo nacional popular”.
Desde La Habana, el cubano Miguel Díaz-Canel expresó su “invariable apoyo” a la ex mandataria argentina, a quien calificó como víctima de una judicialización con motivaciones políticas. “Reafirmamos nuestro invariable apoyo a Cristina Fernández de Kirchner ante el episodio de judicialización política”, escribió en su cuenta oficial. Y agregó un mensaje directo: “Fuerza, estimada Cristina”.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, también se sumó con un mensaje en la red social X bajo la etiqueta #TodosConCristina, en el que calificó la condena como “un claro acto de venganza y amenaza”. Según el funcionario, lo ocurrido representa “una amenaza a los referentes progresistas de la región”.

En Bolivia, el ex mandatario Evo Morales habló de una “condena injusta” y denunció que se está ejecutando un “golpe judicial” contra quienes defienden los intereses populares. “Vivimos una reedición del Plan Cóndor, ya no con militares, sino con jueces serviles a las oligarquías”, sostuvo.
Morales llamó a la unidad y movilización del pueblo argentino en defensa de la democracia y subrayó que Kirchner “no está sola”. En su mensaje también reivindicó la lucha contra el lawfare, término que alude al uso de la justicia con fines políticos.
El ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa fue más directo en su rechazo. “¡Fuerza, Cristina! ¡Fuerza, Argentina! ¡Basta de lawfare! Derrótennos -si es que pueden- en las urnas”, escribió. Correa, condenado por corrupción en Ecuador y asilado en Bélgica, ha sido uno de los principales impulsores de la idea del lawfare como estrategia de la derecha latinoamericana contra sus aliados. (Con información de Infobae)