La escritora maestra de escritores -como Guillermo Martínez, Samanta Schweblin e Inés Garland entre muchos otros- fue la invitada a la charla de cierre de la 20ma Feria del Libro de Tandil que se realizó en el Salón de los Espejos.
En diálogo con Alicia Martignoni presentó su tercera novela, «Noticias sobre el iceberg», un género al que ha visitado con poca frecuencia a lo largo de su trayectoria, si se tiene en cuenta su obra como cuentista o como coordinadora de talleres literarios, que dictó por casi 50 años.
La protagonista es Greta, una escritora de 77 años quien, después de dos novelas exitosas, no ha podido reencontrarse con su capacidad creadora y se ha retirado del ámbito público para llevar una vida silenciosa en compañía de su gata Prascovia.
«Para mí la edad es muy significativa, es una en nuestra propia historia, yo no puedo creer que ya tenga 82 pirulos: cuando era joven no me podía imaginar llegando a los 30. Y algo de todo eso se me jugó en la primera imagen que me surgió para sentarme a escribir una novela: una mujer de unos 70 años quien, mientras está tratando de hacer la vertical, escucha el mensaje que le dejó en el teléfono un joven que desea entrevistarla. Desde el primer momento, supe que esa imagen contenía una novela», subraya la escritora, quien todavía intenta también hacer la vertical y coló en el relato a una gata que lleva el mismo nombre que la suya, la música que escucha y los refranes que aprendió en su infancia.
Greta aloja a la «enana jodida», esa voz que acompaña, habla a la par de la conciencia y hostiga sin cesar. «Quién no?, agrega Heker mientras avanza de manera arbórea y ordenada sobre muchas de las circunstancias aparecidas durante la escritura de «Noticias…». Liliana Heker es un nervio fundamental de la literatura argentina. En 1977 fundó «Ornitorrinco», uno de los espacios de la resistencia cultural fundamental durante la dictadura. Ese emprendimiento lo llevó adelante junto con Abelardo Castillo y Sylvia Iparraguire, su amiga, quien fue la primera lectora del borrador.
«No pensaba en una novela hasta que me apareció la necesidad de escribirla. Es más, en un viaje que hicimos al sur hace unos años, vi la foto del final. No importaba lo que llevaba escrito, lo que tuviera que corregir, ajustar, borrar, reescribir. Ya tenía el final», explicó Heker quien mantuvo la atención del numeroso público a lo largo de la hora de charla.
Al final, luego de responder las preguntas que surgieron entre los asistentes, se despidió con un enorme aplauso, firmó ejemplares y se fotografió con sus lectores.
La 20ma Feria del Libro de Tandil convocó a numerosísimo público a lo largo de sus cuatro días, en el Centro Cultural Universitario (Yrigoyen 662) y fue organizada en forma conjunta por el Municipio de Tandil, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, la Cámara Empresaria y algunas librerías locales.