Lisandro Magallán se despidió este verano de Pumas UNAM, luego de dos temporadas en el club. En aquel momento, el futbolista recibió mensajes de todo tipo de parte de la afición. Sin embargo, él recuerda de la mejor manera su paso por los ‘Universitarios’ y así lo expresó en una entrevista brindada en las últimas horas.
El experimentado marcador central, en primer lugar, reveló cuál fue el motivo que lo llevó a no renovar su contrato con la institución, que vencía el próximo 30 de junio. “Extrañaba Argentina, la familia y los vínculos personales pesan mucho, y hay una decisión de vida mía de priorizar volver y jugar acá”, manifestó Magallán en conversación con el programa radial ‘Un Buen Momento’, de la señal ‘Radio la Red’ de Buenos Aires.
Durante la extensa charla que mantuvo con los reporteros argentinos, ‘Licha’ destacó el valor de Pumas y aseguró que es uno de los equipos que más está creciendo en aficionados. “Es el único club en México que no tiene dueño, que pertenece a la UNAM, los demás son todos con dueños privados. Se gestiona de una forma diferente, al representar a la UNAM que para los mexicanos la universidad es palabra mayor; eso también lo hace muy especial, porque es uno de los clubes más grandes del país, y el que no sigue el futbol es hincha de Pumas por la UNAM, y los que son hinchas de otros clubes como ‘segundo equipo’ dicen ‘yo hincho por los Pumas porque defienden algo bien mexicano que es la Universidad’, por eso”, se explayó el ex futbolista auriazul, que está siendo tentado por Vélez Sarsfield para disputar la Copa Libertadores de América.
Lisandro Magallán no olvidará sus días en Pumas UNAM.
Lisandro Magallán y su experiencia en la Liga MX:
El ex defensa de Pumas admitió que se vio sorprendido por el nivel que se encontró en el futbol mexicano y que se llevó gratos aprendizajes del torneo. “No sé por qué en Argentina hay una subestimación a la Liga MX, y me pasaba a mí, yo cuando desde Europa decidí ir a México lo tomaba como un ‘retroceso’ en mi carrera profesional y terminó siendo un paso muy importante para mí”, se confesó el futbolista con pasado en Ajax, Anderlecht, Alavés y Elche, entre otros.
“Estos últimos dos años en Pumas fueron muy positivos, aparte de que era un club grande, México como país es muy futbolero y la Liga es muy competitiva. Hoy hay clubes en México que tienen una estructura de nivel europeo, pero después todos los clubes como un lugar para brindarle una estructura al jugador para desarrollarse, son todos muy buenos”, agregó el zaguero central de gran trayectoria, ante la atenta escucha de los periodistas presentes en el piso del estudio. En cuanto a la ‘pica’ entre Argentina y México, no dudó: “Hay rivalidad por lo que pasó en los últimos enfrentamientos entre las selecciones. A mí en México me han tratado 10 puntos, muy bien; no tengo nada que reprochar“.
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Lisandro Magallán y una revelación de su vida en México:
El argentino fue consultado sobre una costumbre inédita que solía tener durante sus días en Pumas: Magallán frecuentaba un hogar de chicos pobres todas las semanas, desinteresadamente e incluso sin contar en un principio quién era él ni a qué se dedicaba, sólo iba a dar una mano y hacerles pasar un buen rato a criaturas que estaban con un mal pasar.
“Me costó mucho despedirme de México, me cuesta mirá hoy todavía me pongo así. Es cierto, era voluntario en un hogar de niños, me emociona, iba todos los miércoles al hogar. México no es Holanda, hay contrastes sociales muy grandes: el que tiene mucho dinero tiene un montonazo, y el que no tiene nada, no tiene nada de nada. Yo vivía en un barrio y salías un poquito y chocabas la realidad. Los chicos al principio ni sabían quién era yo, y no veían los partidos porque no tenían televisión, pero era después como el jugador de Pumas que iba a jugar con ellos, ‘el Profe, el Profe’ me decían. Nunca se supo porque no lo hacía por una cuestión pública, fue para agradecerle a Dios por todo lo que me dio en mi vida. Después me terminé encariñando con los chicos y cuando les tuve que decir que me tenía que ir porque se me terminó el vínculo con Pumas, fue durísimo y lloramos todos. Lo que me llevó fue decir ‘Dios me está regalando un montón de cosas’ y yo sentía que no alcanzaba con un gracias o con ir a misa, tenía que dar algo más. Y en mi vida lo que no tengo es tiempo, tenía que dar algo que me costara y lo que no tenía era tiempo, así que les di mi tiempo y les dediqué ese tiempo. Dar el primer paso para hacerlo me costó, pero después cada miércoles empecé a ir, pedía prestado en Pumas unos conitos, unas vallitas y unas pelotas, y los llevaba al hogar para estar un rato con los chicos, y saltábamos, corríamos, jugábamos, los chicos estaban felices y eso era con lo que yo me quedaba“, contó Lisandro Magallán, que en medio de la entrevista no pudo ocultar su emoción por el relato y se quebró.
