29.7 C
Buenos Aires
jueves, octubre 23, 2025

Llega al español «The Stack», la obra clave de Benjamin Bratton sobre soberanía y tecnología

Más Noticias

Benjamin Bratton, teórico estadounidense cuyo trabajo entrelaza la filosofía, la arquitectura, el arte y la tecnología, formuló hace una década el concepto de “the stack” (“la pila” sería su traducción aproximada al castellano) para definir un modelo de comprensión del rediseño geopolítico que introduce la computación a escala planetaria. Publicado originalmente por MIT Press, el monumental trabajo teórico de más de 700 páginas The Stack. Soberanía y software, se puede leer ahora en castellano como parte de la colección Interferencias de la editorial Adriana Hidalgo.

Benjamin Bratton. Archivo Clarín.Benjamin Bratton. Archivo Clarín.

El tratado de Westfalia, firmado a mediados del siglo XVII, sentó las bases del sistema internacional moderno basado en el estado-nación y sirvió durante siglos para comprender la soberanía estatal como la conjunción de instituciones, territorio y población.

Sin embargo, a partir de los procesos de globalización, primero, y sobre todo desde la irrupción de internet, hace ya un tiempo la clásica definición de soberanía resulta insuficiente. Las plataformas de empresas como Google, Amazon, Meta o Apple extienden sus dominios a través y por encima de los estados y manejan información, dinero y comunicaciones, como ilustran los conflictos entre Tik Tok y Estados Unidos, Google y China o X y Brasil.

Nueva arquitectura

Bratton define a la “pila” como una megaestructura accidental de software y hardware que es también una nueva arquitectura para dividir al mundo en espacios soberanos. El ejercicio del poder sobre estos espacios ya no se apoya en la delimitación de territorios, sino en una superposición de sistemas que moldean la política, la sociedad y la subjetividad contemporánea.

“El modelo no sitúa la tecnología ‘dentro’ de una ‘sociedad’, sino que ve la totalidad tecnológica como armazón de lo social mismo. No mira la computación al servicio de la gobernanza, sino a la computación como gobernanza”, señala Bratton en el prefacio.

Bratton retoma el concepto de “nomos” del filósofo Carl Shmitt, que vinculaba la soberanía con la apropiación y el dibujo de los territorios. Si el “nomos” de Schmitt podía representarse de alguna manera es su horizontalidad, sobre un territorio cartografiado, la “pila”, este nuevo “nomos de la nube”, se inspira en la estructura de las tecnologías de red y su modelo se representa de manera vertical y compuesta por una serie de capas que son: la Tierra, la Nube, la Ciudad, la Dirección, la Interface y el Usuario.

La Tierra recuerda el sustento material sobre el que se eleva la “pila”: minerales que se extraen para la fabricación de las tecnologías en las que esta se cimenta. De esta forma, The Stack también transforma la propia Tierra, consume su energía en mayor grado que cualquier estado independiente. Hay allí una pregunta por la sustentabilidad ecológica de este nuevo modelo.

La Nube se refiere a la metáfora computacional según la cual diversos usuarios pueden acceder desde terminales remotas a las mismas bases de datos. Estos centros de datos, en el escenario actual, encarnan una forma de poder y los protocolos según los cuales cada plataforma de este nivel funciona son fuentes de conflicto.

El diseño de las ciudades registra estas nuevas capas de arquitectura, las formas de navegar la ciudad se modifican e impactan sobre el urbanismo, en tensión entre la movilidad y la quietud. Mientras tanto, el último nivel, el de los usuarios, problematiza las tensiones entre la identidad individual y la conversión de los sujetos en elementos dentro de una base de datos.

Proyectar hacia el futuro

En las primeras páginas, Bratton defiende la abstracción como un modo de generar una teoría general que pueda interpretar los cambios a nivel del poder de los Estados y los gobiernos con relación a las tecnologías de red. Pero, además, defiende esta abstracción como un modo de pensar que permita proyectar hacia el futuro.

Benjamin Bratton. Archivo Clarín.Benjamin Bratton. Archivo Clarín.

El desarrollo de The Stack, sostiene, ha sido accidental, pero podría -y debería- ser diseñado. “La tesis de este libro es que la utopía y la distopía oficiales no son marcos de referencia especialmente útiles, y que ninguna de ellas proporciona un programa robusto ni inteligente para el arte, el diseño, la economía o la ingeniería. De hecho, la efervescencia mesiánica de la primera y el pánico apocalíptico de la segunda son parte del problema”, sostiene.

Bratton ha trabajado con empresas tecnológicas y su posición rechaza tanto la tecnofobia de ciertos grupos académicos como el utopismo de los gurúes de Silicon Valley.

Si diseñar requiere comprender lo que se tiene delante como punto de partida, mientras el devenir de la computación a escala planetaria es apenas un proceso en su etapa inicial, será necesario un esfuerzo imaginativo para crear nuevas categorías que describan más ajustadamente una realidad de hecho.

The Stack. Soberanía y software, de Benjamin Bratton (Adriana Hidalgo).

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Buscan a una joven que desapareció durante festejos por Día de la Madre en Misiones: tiene tres hijos

Una joven de 25 años es buscada intensamente por la Policía desde hace tres días en Misiones. La mujer...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img