
Jugó en Argentina y Europa, aunque se retiró para encontrarse consigo mismo.
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Catriel Sánchez decidió colgar los botines antes de tiempo, cuando recién irrumpía en el fútbol. Su talento prometía una gran carrera, pero distintos problemas personales lo arrinconaron y condujeron a tomar una decisión inesperada para muchos, pero meditada y analizada por él.
La presión constante por ganar, la exposición pública y las exigencias del deporte pueden convertirse en una carga difícil de sobrellevar. Por este motivo, muchos deportistas deciden alejarse de la actividad con el objetivo de encontrar paz en un ambiente que parece sano desde afuera.
Catriel Sánchez y su paso por el fútbol
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Sánchez visitó, entre otros clubes, la camiseta de Villa Dálmine.
Sánchez, oriundo de Las Varillas, empezó su recorrido en las inferiores de Talleres de Córdoba. Su talento lo llevó a formar parte del equipo campeón de la séptima división en 2014, aunque debió salir en más de una ocasión por la falta de minutos en el elenco cordobés.
Tuvo pasos por el Karpaty Lviv de Ucrania, Villa Dálmine, Estudiantes de Caseros y también jugó en Atenas de Uruguay. Sin embargo, su trayectoria no fue fácil: en 2021 vivió un hecho traumático cuando fue víctima de una agresión en pleno partido, que casi le cuesta la vida.
Pero su esfuerzo y constancia le permitió reponerse para ser parte de la hazaña de Instituto en 2022, cuando ascendió a la máxima categoría del fútbol argentino. Luego de su paso por la «Gloria», visitó la camiseta de Flandria y fue pieza clave en el campeonato de Huracán de Las Varillas en la Liga de San Francisco.
Pero las presiones y exigencias del fútbol lo llevaron a replantearse su futuro, motivo por el cual decidió colgar los botines cuando estaba jugando para Atlético San Miguel.
Su vida después del retiro
Después del retiro, Sánchez optó por hacer una pausa para enfocarse en su salud física y emocional. Sin embargo, a través de las redes sociales, no descartó volver, pero dejó claro que necesitaba alejarse para reencontrarse consigo mismo.