El triple crimen narco de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), ocurrido en una casa de Florencio Varela, sumó en las últimas horas una declaración clave que podría reconfigurar toda la investigación.
Después de que Celeste Magalí González Guerrero (28) —una de las nueve detenidas— ampliara su indagatoria ante el fiscal Adrián Arribas, otra de las mujeres implicadas en el caso se quebró y aportó nuevos e impactantes datos.
Se trata de Florencia Ibáñez, sobrina de Víctor Sotacuro Lázaro, el hombre detenido en Villazón, Bolivia, y trasladado días atrás a Buenos Aires desde Jujuy.
Hasta ahora, Sotacuro —conocido en el mundo narco como El Duro— era considerado uno de los jefes de la organización y había sido señalado por González Guerrero como quien ordenó el asesinato de las tres jóvenes luego de que dos de ellas le robaran 30 kilos de cocaína.
Sin embargo, Florencia Ibáñez introdujo una nueva versión de los hechos: aseguró que el robo de droga existió, pero no fue a su tío, sino a su pareja, Alex Roger Ydone Castillo, un prófugo con pedido de captura internacional.
Una declaración que cambió el eje de la causa
La joven, detenida desde fines de septiembre, declaró ante el fiscal Adrián Arribas y su testimonio abrió una nueva línea de investigación. “Florencia Ibáñez se mantuvo en algunos dichos, rectificó otros, y habló de su pareja, Alex. Dijo que fue a quien le robaron la droga y que le contó que estaban ahí esperando afuera para ver si le devolvían la droga o no”, explicó el fiscal tras la audiencia.
En su declaración, Florencia relató que aquella noche acompañó a su tío hasta Florencio Varela y que lo hizo “por amor y por miedo”, una frase que resonó con fuerza en la sala. “Declaró que no sabía que iban a matar a las chicas, porque la habían llevado hasta ahí diciendo que supuestamente iban a hablar con una persona que les iba a entregar la droga. Eso es lo que acaba de decir recién”, resumió Arribas ante la prensa.
El funcionario judicial también adelantó que la joven mencionó una cantidad mucho mayor de droga: “Según ella, habló algo de 300, creo, 300 o 400 kilos. Mañana vamos a tener reuniones, pero recién el lunes declaran de nuevo”, señaló el fiscal este jueves por la tarde.
El prófugo más buscado y el vínculo con Perú
El hombre al que Florencia apuntó directamente, Alex Roger Ydone Castillo, permanece prófugo y es considerado una pieza clave del rompecabezas. Sobre él pesa una alerta roja de Interpol, ya que fue encontrado con 51 kilos de cocaína en Perú. Por ese motivo, no puede regresar a ese país: si lo hace, queda detenido automáticamente.
Para los investigadores, Alex habría tenido un rol más relevante del que se creía. Su nombre ya había surgido en otras declaraciones, pero ahora, con el testimonio de Ibáñez, cobra peso como posible jefe de la estructura narco detrás del triple crimen.
“Florencia todavía lo ama, pero tiene miedo”
El abogado defensor de la joven, Guillermo Endi, explicó que su clienta modificó parte de su testimonio inicial y que esta vez habló “sin omitir ni mentir”.
“Florencia hoy rectificó parte de lo que había dicho la primera vez. Ella está en una situación: todavía sigue amando a Alex, pero como él la metió en esto, también tiene bronca y miedo. Y por ese miedo que tenía, en su primera declaración omitió algunas cosas y mintió en otras”, dijo el letrado.
“Pero hoy hizo una declaración real, contó la verdad con todo lo que hizo antes y después del hecho. Aclaró un poco los movimientos que hicieron en el auto, dónde comieron y demás. Le hice hacer un croquis, para que cuente bien dónde estuvo”, agregó Endi, quien además reveló un dato inquietante: la pareja de Sotacuro le pidió a Florencia que la ayudara a formatear el celular del remisero detenido, cuatro días después del crimen.
Con este nuevo testimonio, la causa del triple femicidio de Brenda, Morena y Lara tomó un nuevo rumbo. Mientras Alex Roger Ydone Castillo continúa prófugo y la Justicia intenta establecer quién dio la orden final de matar, el país sigue conmocionado por una historia donde el amor, el miedo y la violencia narco se entrelazan en un caso cada vez más oscuro.
