Las sociedades de por aquí tienen a sus miembros divididos en dos: los que lo saben y los que no. Los que no lo saben suelen ser bastante más bajitos que los que sí lo saben. Supongo que a estas alturas de la columna no es necesario ser más explícito y que ya saben a lo que me refiero. Al Secreto. Paco Cerdà dijo el otro día en El ojo crítico de RNE que cuando uno se pone cínico con la Navidad, solo tiene que mirarla desde los ojos de los niños. O sea, de los que no lo saben.
]]> Es un pacto no escrito con el niño que fuimos, con lo que hicieron por nosotros