
La Patagonia, región geográfica, histórica y cultural ubicada en el extremo sur de Sudamérica, destaca por ser un vasto territorio repleto de paisajes alucinantes y datos que sorprenden: desde las costas del Pacífico en el sur de Chile hasta las costas del Atlántico en Argentina y cruzando los majestuosos Andes, abundan praderas y pastizales, ríos rápidos, humedales y turberas, lagos, bosques ancestrales, costas, montañas y glaciares.
Entre las curiosidades más extraordinarias que acoge la Patagonia se destacan grandes proporciones, condiciones presentes tanto en atractivos naturales como en antiguos reptiles que habitaron la región. A continuación, una selección con los datos más impresionantes sobre este rincón del mundo que vale la pena conocer al menos una vez en la vida.
1. Es hogar del glaciar más grande de Sudamérica
El Glaciar San Rafael, ubicado en la parte chilena de la Patagonia, es conocido como uno de los más extensos del continente pero, por su parte, del lado argentino de la región, se encuentra el Glaciar Perito Moreno, el más famoso y uno de los pocos glaciares en el mundo que sigue en equilibrio dinámico.

Es decir, el glaciar ubicado en su mayoría en el departamento Lago Argentino de la provincia de Santa Cruz ni avanza ni retrocede significativamente: en efecto, su rompimiento cíclico es un espectáculo natural impresionante y uno de los motivos por los que visitantes se dan cita año tras año con ansias de ser testigos de este fenómeno.
2. Es una de las regiones menos densamente pobladas del planeta
Del lado argentino, la Patagonia presenta una densidad poblacional de menos de 2 habitantes por kilómetro cuadrado, un registro que da cuenta de la posibilidad de explorar y disfrutar de grandes paisajes abiertos, silencios profundos y una naturaleza prácticamente virgen y/o poco alterada por la presencia humana.

Entre sus ubicaciones remotas más destacadas se lucen el Campo de Hielo Patagónico Sur, una de las mayores extensiones de hielo fuera de los polos a la cual solo se accede con expediciones; la Estepa de Somuncurá (provincias argentinas de Río Negro y Chubut), una meseta volcánica inmensa y misteriosa que casi no tiene caminos marcados y conserva un aire mítico; y la Zona de Río Pascua y Fiordos en la Región de Aysén (Chile) con una red de fiordos y selvas lluviosas que casi no se han tocado con bosques primarios, ríos salvajes y glaciares que caen directamente al mar.
3. Aquí se encuentra el árbol más “viejo” de Sudamérica
El Alerce Milenario, ubicado en la Patagonia chilena, precisamente en el Parque Nacional Alerce Costero -a unos 800 km al sur de Santiago de Chile-, es considerado el árbol más antiguo de Sudamérica: nombrado como lahuán por el pueblo mapuche, hoy sus dimensiones constan de 30 metros de altura y un tronco que alcanza aproximadamente los 4 metros de diámetro.
Según estudios, este árbol también conocido popularmente como “Gran Abuelo” tiene más de 5.400 años, es decir, se trata de un ejemplar cuyo origen data desde antes de la construcción de las pirámides de Egipto. Es tal su importancia que desde el año 1997 el país cordillerano lo declaró como Monumento Natural.
La buena noticia es que aún sigue en pie y se puede visitar a partir de rutas de trekking y senderismo: se encuentra ubicado exactamente en la mitad del frondoso Parque Nacional Alerce Costero, situado en la Región de Los Ríos, entre las comunas de La Unión y Corral, provincias de Valdivia y Ranco.

Una vez dentro del área natural protegida, los visitantes deberán caminar un trayecto de casi 2,5 kilómetros en un sendero marcado por hongos, helechos y alerces centenarios. La Subsecretaría de Turismo de Chile detalla que se trata de un trekking “de mediana intensidad y que requiere zapatos con caña debido a las raíces expuestas del camino”.
Del lado argentino de la región patagónica también gozan de un alerce milenario como su árbol más longevo: conocido como el “Alerzal Milenario”, este ejemplar se encuentra en el Parque Nacional Los Alerces en Esquel, área natural protegida reconocida como Nuevo Sitio Patrimonio Mundial Natural de la UNESCO: posee la altura del Obelisco porteño y la edad del Partenón Griego.

La excursión en catamarán al Alerzal Milenario de Argentina parte de Puerto Chucao y navega por el lago Menéndez hasta Puerto Sagrario: una vez allí, comienza una caminata guiada de 2 km por la zona intangible del parque en plena selva valdiviana.
4. Alberga fósiles de algunos de los dinosaurios más grandes del mundo
La Patagonia es hogar también de los fósiles de algunos de los dinosaurios más grandes del mundo jamás descubiertos. Por ejemplo, del lado de Argentina, la zona de El Chocón, en la provincia de Neuquén, es conocida como la “Capital Provincial de los Dinosaurios” por la cantidad y calidad de fósiles que se han encontrado ahí.

En esta provincia se han identificado restos pertenecientes a Argentinosaurus, un gigantesco saurópodo titanosaurio que vivió entre el Cenomaniense y el Turoniense en la zona suroeste de la antigua Gondwana, actualmente territorio de la Patagonia Argentina. El de Giganotosaurus carolinii es otro caso descubierto en la Patagonia Argentina: se trata del dinosaurio carnívoro más grande del mundo y la única especie conocida del género extinto Giganotosaurus de dinosaurio terópodo carcarodontosáurido. También se han identificado los restos del Patagotitan mayorum, la única especie conocida del género de dinosaurio saurópodo titanosauriano Patagotitan, que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 101 millones de años.
5. Es hogar de la colonia de pingüinos más grande fuera de la Antártida
Cerca de 1 millón de parejas de pingüinos de Magallanes se reproducen en la costa patagónica en más de 60 colonias, siendo Punta Tombo la más grande: esta colonia de pingüinos de Magallanes se encuentra en la provincia de Chubut y es considerada la colonia continental más grande del mundo.

Cada año, más de un millón de pingüinos de Magallanes llegan a esta ubicación -a 190 km de Puerto Madryn- para reproducirse: se reproducen, incuban sus huevos, nacen sus pichones y cambian el plumaje. En el mar se alimentan y es el lugar donde inician sus viajes migratorios a partir de abril.