Shakira está en la Argentina y esta noche llega su primer show en el Campo Argentino de Polo desde que le rompieron el corazón y supo convertir el dolor en uno de los mejores momentos creativos de su carrera. Desde que se separó de Gerard Piqué, en 2022, sacó Monotonía, TQG y Bzrp Music Sessions. Vol. 53, la exitosa canción que hizo con Bizarrap que dio vuelta el mundo e inmortalizó la frase de: «Las mujeres facturan».
Desde entonces, Shakira demostró la teoría de que el corazón roto inspira a los artistas y volvió a lo más alto de su carrera. Dejó Barcelona, se instaló con sus hijos en Miami, y ahora llega al país con nuevos hits.
Pero antes de Piqué, con quien tuvo a sus dos hijos Milan y Sasha, hubo otros grandes amores en la vida de la colombiana. Y a raíz de su visita, recordamos algunos de los pasajes sentimentales de la artista que se fue transformando de aquella cantautora tímida de los primeros años a una de las referentes mundiales del pop.
Cuentan que el primer amor de Shakira fue a sus 13 años con un amigo de una amiga. Se llamaba Óscar Pardo y la historia no terminó bien. Se dice que hubo una tercera en discordia… Pero a quién no le pasó tener un desengaño en la adolescencia…
Óscar Ulloa, a quien le escribió Antología

Shakira conquistó América a los 17 años cuando sacó uno de los discos que aún hoy siguen generando sonrisas entre las mujeres que crecieron escuchándolo. Con la coproducción de y Luis Fernando Ochoa, Shakira empezó a sonar en todas las radios, corría el año 1995 y ella empezaba a hacer historia.
Es en esos tiempos en que entra el nombre de Óscar Ulloa, un joven que la apoyó en los primeros pasos de su carrera musical. Fue él quien la apoyó cuando dejó Barranquilla para instalarse en Bogotá, donde la cantante comenzó a construir su carrera. El romance fue fugaz pero inspiró una de sus canciones más emblemáticas: Antología.
Cuando se conocieron ella tenía 15 años y Óscar era un empresario en ese entonces. Dicen que se sintió amor a primera vista y que la esperaba a la salida del colegio.

Según contó en una entrevista Ulloa la vio cuando estaba tomando unas cervezas con amigos en un bar. Le llamaron la atención los ojos intensos y pelo negro de la cantante.
«Para amarte necesito una razón y es difícil creer que no exista una más que este amor. Sobra tanto dentro de este corazón, que a pesar de que dicen que los años son sabios todavía se siente el dolor. Porque todo el tiempo que pasé junto a ti dejó tejido su hilo dentro de mí», canta la colombiana en el que fue uno de sus primeros hits.
Antonio De La Rúa: el socio comercial

Después de dos romances cortos y no tan conocidos. El primero con Gustavo Gordillo, exintegrante de la banda Poligamia, de quien se separó porque no tenía tiempo para ella; y el segundo con Osvaldo Ríos, quien fue señalado por la prensa como un cazaforturnas que usó a la cantante para ganar fama, llegó uno de los amores más conocidos: Antonio de la Rúa.
El hijo del expresidente y la colombiana estuvieron juntos 10 años y construyeron un imperio. Se conocieron en el 2000, ella tenía 23, y él, 27. Por esos tiempos, las guardias periodísticas los perseguían y eran de las parejas más buscadas. Días de enero fue uno de los temas de amor que compuso Shakira para Antonito.
Él impulsó su carrera para que fuera más internacional, juntos se hicieron socios comerciales y la ayudó con su carrera. En 10 años no hubo hijos pero sí mucho trabajo, lo que no se imaginó De la Rúa es que en el mundial de Sudáfrica algo pasaría. En 2010, Shakira fue convocada para cantar el tema oficial Waka, waka, ahí conoció a Gerard Piqué.
Lo que siguió fueron rumores y una escandalosa separación. Hubo acusaciones de infidelidad y demandas legales por parte de Antonio, quien reclamaba una parte de las ganancias generadas durante los 11 años que estuvieron juntos.
Gerard Piqué: engaño, despecho y empoderamiento

12 años juntos y 2 hijos. Piqué, casi una década más chico que Shakira, fue quien le rompió el corazón más fuertemente, pero también el que la despertó y sacó su mejor versión.
La relación se oficializó en marzo de 2011, pero ellos se conocieron ocho meses antes en Sudáfrica. “Les presento a mi sol”, escribió ella cuando gritó a los cuatro vientos que otro hombre había conquistado su corazón. De vuelta, los paparazzis y el interés se enfocaron en esta pareja que unía dos mundos: el entretenimiento y el deporte.
Milan nació en 2013, y Sasha, en 2015, ella se instaló en Barcelona, cerca de su familia política. Pasaron 12 años y las cosas entre ellos no parecían andar mal, aunque ella tenía problemas con la Hacienda española. De un día para otro, los rumores se hicieron oír, el futbolista tenía una amante, Clara Chía Marti, y Shakira se había enterado. La infidelidad generó un escándalo y la colombiana no lo dudó: se fue con sus hijos de España y se puso a componer.
Nuevamente el desengaño abría sus canales creativos. Si bien Monotonía era lo suficientemente autoreferencial al poco tiempo llegó la sesión con Bizarrap que terminó de demostrar el costado guerrero y empoderado de la cantante de Barranquilla.
«Me dejaste de vecina a la suegra, con la prensa en la puerta y la deuda en Hacienda. Te creíste que me heriste y me volviste más dura… Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan», canta como mantra Shakira al tiempo que sostiene que «una loba» como ella no está hecha para tipos como él y nombra a Chia de forma indirecta.
La canción resultó ser todo un éxito pero además ayudó a Shakira a exorcizar sus demonios y de alguna manera dejar ir a uno de los grandes amores (y decepciones) de su vida.