
El presidente ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras, Miguel Pon, advierte que los nuevos aranceles al café importado tendrán un efecto “más inmediato” en los consumidores estadounidenses, quienes enfrentarán un aumento de precios tanto en cafeterías como en supermercados. Esta advertencia, recogida por la agencia EFE, ilustra la inminencia de un cambio profundo en el mercado global del café, impulsado por la política arancelaria de la Administración de Donald Trump. A partir del 1 de agosto, los principales países productores de Latinoamérica deberán adaptarse a un escenario de aranceles elevados, con consecuencias directas en los precios, la competitividad y las decisiones de consumo en un contexto donde el café ya se cotiza en máximos históricos en Estados Unidos, superando los 8 dólares por libra.
El impacto más severo recaerá sobre Brasil, el mayor productor y exportador mundial, que enfrentará un arancel del 50% sobre sus envíos a Estados Unidos. Según datos de 2024, el país sudamericano superó los 2.000 millones de dólares en ventas de café, lo que representa el 16% de su producción total y cerca de un tercio del mercado estadounidense. La Asociación Brasileña de la Industria del Café (ABIC) ha alertado sobre “impactos extremadamente negativos y relevantes” a lo largo de toda la cadena productiva, desde pequeños caficultores hasta grandes exportadores. El director general del Consejo de Exportadores de Café (Cecafé), Marcos Matos, explicó a EFE que se exploran mecanismos de negociación para que el grano sea considerado un “recurso natural no disponible” en Estados Unidos y así quedar exento de las tarifas. Matos subrayó la interdependencia entre ambos países: “Brasil es insustituible desde el punto de vista de producción y exportación, así como Estados Unidos es insustituible para Brasil desde el consumo”.
El panorama para México también se complica ante la posible imposición de un arancel del 30%. En 2024, las exportaciones mexicanas de café a Estados Unidos superaron los 348 millones de dólares, con los caficultores de Chiapas, Oaxaca y Veracruz temiendo una caída de los precios internos si los importadores trasladan el costo del gravamen a la compra local. Ismael Gómez Coronel, presidente de la Confederación de Cooperativas Unidos para Estar Bien, señaló a EFE que el sector apenas comienza a recuperarse de una prolongada sequía. Por su parte, Jorge Aguilar Reyna, de la Red Maya de Organizaciones de Producción Orgánica, advirtió que las exportaciones de café de especialidad —casi dos millones de sacos anuales— podrían verse especialmente comprometidas.
En el caso de Colombia, segundo exportador hacia Estados Unidos tras Brasil, el país envió café por 1.508 millones de dólares en 2024, según datos de la ONU. Colombia atraviesa una temporada de producción récord, con más de 14 millones de sacos entre marzo de 2024 y febrero de 2025, pero enfrenta la amenaza de un arancel del 10%. Gustavo Gómez, director de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Asoexport), declaró a EFE: “En la medida en que a Colombia se le imponga un arancel diferente al resto de los orígenes nos va a sacar del mercado, por lo menos para Estados Unidos y la preocupación es que son el 40% de las exportaciones. Es un mercado de más o menos 1.400 millones de dólares, eso no se puede reemplazar”. Gómez explicó que el sector ha absorbido el arancel base del 10% vigente desde abril distribuyendo el costo a lo largo de la cadena, pero advirtió que el consumidor estadounidense podría optar por un café más barato en un contexto de inflación, lo que afectaría directamente la demanda de café premium colombiano.
Perú también observa con cautela la evolución de los aranceles, ya que está expuesto a una tarifa del 10%. En 2024, el país exportó cerca de 3,9 millones de sacos, con Estados Unidos como su principal destino (27% del total, unos 374 millones de dólares), y espera un aumento del 8% para 2025/2026, hasta 4,2 millones de sacos, según la Cámara del Café y el Cacao. Paralelamente, Perú busca diversificar sus mercados, con un crecimiento del 90% en las exportaciones a Chile durante los primeros cuatro meses de 2025, superando los 1,3 millones de dólares.

El caso de Honduras presenta matices. Estados Unidos importó 430 millones de dólares de café hondureño en 2024 y recibió el 29% de sus exportaciones entre octubre de 2024 y julio de 2025, según el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé). Miguel Pon, de ADECAFEH, considera que las sanciones contra Brasil podrían “abrir una ventana de oportunidad” para Honduras, siempre que el país logre posicionarse como una alternativa competitiva en calidad, trazabilidad y volúmenes, y consiga negociar condiciones preferenciales con Estados Unidos.
Por su parte, Guatemala, que también enfrentará un arancel del 10%, no figura entre los diez principales productores, pero sí fue el quinto país que más exportó a Estados Unidos en 2024, con un valor de 430 millones de dólares, según la ONU.
La política arancelaria de la Administración Trump está reconfigurando el mapa cafetero latinoamericano. Mientras varios países intentan negociar antes del 1 de agosto, Brasil, Colombia y Perú buscan reforzar mercados alternativos en Europa y Asia para reducir su dependencia de Estados Unidos.
(Con información de EFE)