Los máximos ejecutivos de JPMorgan Chase y Citi visitan Buenos Aires en un contexto de fuerte respaldo estadounidense al Gobierno de Javier Milei. JPMorgan participa en negociaciones por un posible paquete financiero de u$s20.000 millones con capitales privados y garantías aún por definir.
Este miércoles, Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase, y Jane Fraser, directora ejecutiva del Citi, arribarán a Argentina en un momento marcado por el estrecho apoyo de Estados Unidos al Gobierno de Javier Milei. La visita coincide con la participación de JPMorgan en las negociaciones para un eventual paquete de asistencia financiera de u$s20.000 millones, que involucraría capitales privados y requerirá definiciones sobre garantías.
Si bien no está confirmado un encuentro con funcionarios del Gobierno, Dimon se reunirá con el equipo local de JPMorgan en Buenos Aires. La agenda podría incluir conversaciones estratégicas sobre inversiones en sectores clave, dado el plan de expansión global del banco, que contempla u$s1,5 billones destinados a minería, energía y bienes industriales.
Un grupo de bancos estadounidenses, incluidos JPMorgan, Bank of America y Goldman Sachs, habría expresado reticencias a otorgar el préstamo de u$s20.000 millones sin garantías claras. Fuentes citadas por The Wall Street Journal indicaron que los bancos esperan definiciones del Tesoro estadounidense sobre el respaldo que ofrecerá el Gobierno argentino o si Washington asumirá el riesgo directamente.
El portavoz del Tesoro estadounidense confirmó que “las conversaciones siguen en curso” y que se informará más cuando concluyan las negociaciones. Mientras tanto, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció la firma de un acuerdo de estabilización cambiaria con el Tesoro de EE.UU. por u$s20.000 millones, elevando el respaldo estadounidense total a u$s40.000 millones. Según fuentes oficiales, el Tesoro también comenzó a comprar pesos argentinos en el mercado abierto.
El acuerdo genera inquietud dentro del Fondo Monetario Internacional (FMI), donde algunos funcionarios temen que la administración de Donald Trump priorice los compromisos con EE.UU. sobre los compromisos con el organismo, dada la magnitud de los préstamos en juego.





