20.9 C
Buenos Aires
domingo, noviembre 2, 2025

Los cinco lugares imperdibles para descubrir en Villa El Chocón, el paraíso rojo de la Patagonia

Más Noticias

*Por Juan Pablo Iozzia

Hay lugares donde la naturaleza no necesita retoques, donde el paisaje habla por sí solo y el silencio se vuelve parte del encanto. Así es Villa El Chocón, un rincón patagónico que combina historia, geología, fósiles, cañadones y miradores con vistas que parecen salidas de otro planeta.

A orillas del embalse Ezequiel Ramos Mexía, el más grande de Argentina, este destino neuquino se destaca por su geografía única: formaciones rojizas, aguas turquesas, bahías escondidas y cielos que estallan al atardecer. Un sitio donde la desconexión móvil—no hay señal, ni wifi—, permite que la conexión con la naturaleza se vuelva total.

Villa El Chocón propone una experiencia que va más allá del turismo tradicional. Es una invitación a detenerse, observar, respirar y sentirse parte del entorno. A entender que cada roca y cada color del paisaje cuentan una historia que se remonta a millones de años atrás. No necesita carteles luminosos, hay algo mucho más valioso: la posibilidad de desenchufarnos de la rutina cotidiana y volver a mirar nuestro entorno con atención.

Acá te compartimos un secretazo: cuatro propuestas bien agrestes para vos. Antes de conocerlas, te recomendamos llegar temprano para aprovechar los mejores lugares. Para quienes se aventuren por su cuenta, es importante llevar calzado adecuado, agua suficiente, protector solar, gorro y abrigo, ya que los vientos pueden ser intensos incluso en verano.

También es recomendable avisar en la Oficina de Informes Turísticos de Villa El Chocón o escribir a [email protected] antes de emprender caminatas largas o internarse en los cañadones.

De esta manera, se garantiza una experiencia segura y responsable, acorde a las normas del lugar. Disfrutar de estos paisajes implica compromiso: no dejar residuos, respetar la señalización, evitar acercarse a los bordes de barrancas y no extraer fósiles ni piedras. Cada visitante tiene la oportunidad de ser parte de la preservación de un entorno único, que es patrimonio natural y orgullo de toda la Patagonia.

Villa El Chocón demuestra que el turismo puede ser aventura, descanso y conciencia ecológica, todo al mismo tiempo. Somos insistentes con este tema: no olvides dejar el lugar tal como lo encontraste, limpio y en calma.

Cañadón Escondido: el corazón secreto


A solo cinco kilómetros al sur del casco urbano, sobre la Ruta Nacional 237, se encuentra uno de los rincones más sorprendentes: el Cañadón Escondido. Este sendero de mediana dificultad invita a internarse entre paredones naturales, modelados por millones de años de erosión.

El recorrido, ideal para los amantes del trekking, ofrece una experiencia inmersiva: fósiles, huellas de dinosaurios y una flora autóctona que se abre paso entre las piedras. Es un paseo para vivir con calma, sin prisa, donde cada paso revela una historia geológica y una postal distinta del paisaje patagónico.

Cañadón del Cocodrilo: esculturas del viento


A cinco kilómetros de la represa hidroeléctrica, en dirección hacia Neuquén capital, y sobre la ribera del río Limay, aparece el Cañadón del Cocodrilo, otro de los tesoros naturales del Chocón. Su nombre se debe a las curiosas formas de las rocas, moldeadas por la erosión del viento y del agua, que parecen figuras prehistóricas emergiendo del suelo.

El entorno es silencioso y sobrecogedor. Caminar entre sus paredes coloradas, observar el juego de luces y sombras o simplemente sentarse a contemplar el horizonte son pequeñas experiencias que valen un viaje. Ideal para los amantes de la fotografía, la geología o, simplemente, para quienes buscan un contacto directo con la naturaleza sin intermediarios.

Mirador de la Cruz: el balcón perfecto


Muy cerca de la villa, una huella consolidada de unos dos kilómetros conduce al Mirador de la Cruz, un punto panorámico que regala una vista excepcional del lago, del casco histórico y del barrio Llequén.

Desde lo alto, se entiende la magnitud del paisaje patagónico: la inmensidad azul del embalse, los tonos ocres del relieve y el viento que sopla con esa fuerza tan característica del sur. Es el sitio ideal para contemplar el atardecer, cámara en mano o simplemente en silencio, dejando que el entorno hable por sí mismo.

El río Limay: un refugio para el descanso


La ribera del río Limay es otra joya del entorno. Ideal para caminatas tranquilas, descanso o avistamiento de aves, este sector ofrece playas pequeñas, bahías escondidas y sectores de sombra donde se puede pasar el día en absoluta calma.

Consejos útiles para visitar el lugar


•No hay servicios ni camping en los cañadones.
•Llevar agua, vianda, protector solar y ropa cómoda.
•Evitar caminar en solitario y registrar la salida en la Oficina de Turismo.
•No dejar residuos ni realizar fuego.
•Las mejores horas para visitar son durante la mañana o el atardecer

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Fiesta, brillo y reclamos en la Marcha del Orgullo Gay

Este sábado se realizó por el centro porteño la 34ª Marcha del Orgullo LGBTIQ+. Cerca de las 16 la...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img