
El Prat de Llobregat
Las previsiones del aumento de la temperatura en Barcelona y su área metropolitana aumentan por encima de lo que se contemplaba en el acuerdo de París del año 2015, según el proyecto ICARIA, que cuenta con la participación del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB). Si hasta ahora la estimación del crecimiento de temperatura era de 0,8 a 2,5 grados; ahora se calcula que a finales de siglo el termómetro escalará entre 1,7 y 3,7 grados. Este es el escenario si continúa la actual tendencia. El mismo trabajo plantea un escenario más tórrido, de 4,5 grados de aumento, si la emergencia climática se agrava y las acciones para combatirla van a menos.
Esto se traduce un aumento anual de 70,2 días cálidos, los de más de 30 grados, respecto a los actuales. Los tórridos, que es cuando el termómetro marca más de 35 grados, serán 20,5 días más respecto a los actuales. El AMB lo resume hablando de un “aumento exponencial” de los días de calor y de calor extrema.
Las noches infernales aparecerán de forma más frecuente
Para las noches el escenario proyectado no es mucho más halagüeño. Con la previsión actual, en su versión más probable, habrá 74 noches tropicales más de las actuales al año. Son aquellas con una temperatura superior a los 20 grados. Las noches tórridas, de más de 25 grados, crecerán en 47,2 al año. Según el AMB, se “multiplicarán”. Además, comenzarán a aparecer con cierta frecuencia otro tipo de noches que hasta ahora son excepcionales, las conocidas como infernales, de más de 30 grados.
Así pues, habrá más oleadas de calor. Hasta cuatro más de las actuales cada año. Su duración también será mayor, alcanzando las 10,4 días. El proyecto ICARIA también cuenta con la colaboración de la Fundación para la Investigación del Clima (FIC). Se ha estudiado de forma específica el caso del área metropolitana de Barcelona, el del área de Salzburgo y el de las islas griegas.
Según el AMB, unas 526.000 personas son especialmente vulnerables al calor en Barcelona y su conurbación. Representan un 16% de la población. Además, en verano también hay pobreza energética. El AMB calcula que castiga 160.000 personas.
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Los datos se han hecho públicos durante la presentación, este miércoles, de la red de refugios climáticos del AMB. El consejero delegado de Acció Climàtica del AMB, Guille López, ha asegurado que son una “pieza clave” en la “resiliencia” ante la emergencia climática.
Se trata de equipamientos mayormente municipales, como bibliotecas o museos por poner dos ejemplos, que sirven para que los vecinos se resguarden del calor durante los días más tórridos del verano aunque fueron ideados para otros servicios. Los parques también cuentan como refugios. El AMB acredita que cumplen una serie de condiciones y, según han explicado, de cara a este verano dicha red crece en un 31% hasta alcanzar 244 refugios.

Alba Bou y Guille López, este miércoles en El Prat de Llobregat
Miquel Muñoz / Shooting
Una de las localidades donde hay más crecimiento de refugios acreditados por el AMB respecto al año pasado es El Prat de Llobregat. De hecho, la presentación se ha llevado a cabo en el parque de la Solidaritat de la localidad del delta del río Llobregat, uno de los espacios que se suma como refugio. Varios parques se han podido añadir a la red después de superar las restricciones por la sequía.
“Las ciudades somos el kilómetro 0 del cambio climático. Y las que vivimos cerca del mar lo sufrimos antes”, ha dicho la alcaldesa de El Prat, Alba Bou. “Por eso estamos obligadas a plantear propuestas”, ha agregado recordando, por ejemplo, que esta primavera se han plantado más de 1.000 árboles en El Prat o el impulso de la red de vehículos eléctricos compartidos.