Con el objetivo de fortalecer la cooperación regional y elevar el nivel de interoperabilidad en operaciones de gran envergadura, lo Ejércitos de Brasil y Paraguay llevaron a cabo entre el 25 y el 29 de agosto la Operación Paraná IV. El ejercicio, desarrollado en el oeste del estado de Paraná, reunió a más de 1.500 efectivos de ambos países, consolidándose como una de las instancias combinadas más significativas dentro de la agenda bilateral de defensa.
La actividad fue conducida por la 15.ª Brigada de Infantería Mecanizada, con sede en Cascavel, y contempló el despliegue de 256 vehículos, dos helicópteros y 21 sistemas aéreos no tripulados. Durante cinco jornadas de intensa actividad, las tropas brasileñas y paraguayas ejecutaron maniobras defensivas y ofensivas en escenarios de combate convencional, ocupando localidades como Alto Piquiri, Formosa do Oeste, Corbélia y distritos vecinos.

De acuerdo con el Mayor Arikson Lamare, oficial de planificación de la brigada, el propósito central del ejercicio fue garantizar la preparación para una eventual defensa territorial frente a un adversario convencional. En ese sentido, la Operación Paraná IV buscó afianzar la capacidad de respuesta rápida de las unidades mecanizadas, además de poner a prueba la integración operativa entre las dos fuerzas armadas.
El carácter multinacional del ejercicio quedó reflejado en el elevado nivel de coordinación alcanzado. El general de brigada Pedro Martínez, comandante de la 3.ª División de Infantería del Ejército paraguayo, destacó la importancia del intercambio doctrinario y técnico con Brasil, subrayando que numerosos oficiales paraguayos fueron formados en instituciones militares brasileños.

Por parte del Ejército Brasileño, el general de brigada Evandro Luís Amorim Rocha, comandante de la 15.ª Brigada, destacó la experiencia compartida en operaciones contra ilícitos transfronterizos, como el tráfico de drogas y armas. El oficial señaló que, mientras en Brasil estas actividades se desarrollan bajo el marco de la Operación Ágata, en Paraguay encuentran su equivalente en la Operación Basalto. La ejecución de ejercicios de gran escala como Paraná IV permite, en su visión, ampliar las capacidades de respuesta frente a amenazas comunes.
La Operación Paraná IV también tuvo un impacto directo en las comunidades locales, que acompañaron con interés el despliegue militar en distintos municipios de la región. El paso de columnas mecanizadas, la operación de helicópteros y la presencia de vehículos blindados guaraníes generaron un acercamiento entre la población y las Fuerzas Armadas.
*Créditos de las imágenes: Ejército Brasileño.-
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