Montjuïc tiene marcado en rojo una fecha en su calendario. El 2029 se cumple el centenario de la celebración de la Exposición Internacional que supuso un punto de inflexión para la montaña con su transformación urbanística a fin de acercarla más a la ciudadanía. Pese a los esfuerzos de los últimos años para integrar la montaña más en la trama urbana y el anunciado plan en febrero trazado a diez años vista por el alcalde Jaume Collboni para realizar una reforma integral, esta parte de Barcelona todavía es una gran desconocida para un buen número de barceloneses.
Con el objetivo de mostrar algunos rincones de Montjuïc restringidos para el público, el 48h Open House Barcelona empezó esta semana una serie de itinerarios guiados en grupos reducidos en el marco de las Semanas de Arquitectura, organizadas por el Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación Mies van der Rohe. Una de las visitas – con entradas ya agotadas- permite recorrer los diversos túneles y galerías que dan servicio a la Font Màgica de Montjuïc, su conjunto de cascadas y los 44 surtidores de la avenida Maria Cristina.

Una de las galerías subterráneas que forman parte del sistema de funcionamiento de las fuentes de Montjuïc
Andrea Martínez / Propias
Miles de personas pasan por encima de esta infraestructura hidráulica, pero pocos han tenido la posibilidad de acceder a su interior y conocer cómo funciona. Tras una introducción de cómo se gestó la urbanización y el proyecto de las fuentes Montjuïc por parte de la arquitecta e historiadora Marta Piera, se accede a través de una pequeña puerta en un lateral de las escaleras monumentales que conducen al Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC).
Tras esta entrada, aparece todo un laberinto de túneles y galerías con enormes tuberías y bombas que se extienden debajo de las escaleras de acceso al MNAC hasta la altura de las torres venecianas. Las cuatro cascadas que forman parte de este eje así como la Font Màgica funcionan de forma independiente entre sí y utilizan agua freática obtenida del subsuelo del Paral•lel que llega hasta Montjuïc. “Las mismas fuentes hacen de pozo y a través de un circuito va recirculando el agua. De las bombas de la Font Màgica brotan hasta 2.600 litros de agua por segundo”, explica Carlos López, una de las personas encargadas de mantenimiento de estas instalaciones, quien dio las explicaciones técnicas durante la visita guiada.

Una de las bombas originales de 1929 que da servicio a una de las cascadas
Andrea Martínez / Propias
Los operarios trabajan para que estas fuentes vuelvan a funcionar oficialmente para las fiestas de la Mercè, pero es posible que algún afortunado las puede ver en marcha antes ya que en julio está previsto que se realicen pruebas. El Ayuntamiento empezó en abril a reactivar las fuentes de la ciudad de forma progresiva tras algo más de dos años y medio inactivas por las restricciones de la sequía.
Aunque todavía no brota el agua en las fuentes de Montjuïc, eso no quiere decir que no haya actividad. Además de someterse a unas obras de modernización, durante este tiempo se abren y se cierran las válvulas o se ponen en funcionamiento los motores para que todo vaya bien cuando estén operativas otra vez. Aquí, todavía se usan algunas bombas originales de 1929.

Uno de los prismas originales pentagonales con vidrios de color de la Font Màgica de Montjuïc de 1929
LV
Durante este itinerario también se dio a conocer la sala de tratamiento para que el agua de la Font Màgica, construida por el ingeniero Carles Buïgas, esté limpia. Otro sitio especial es el corazón de la fuente, tal como lo conocen sus trabajadores. Este lugar parece como un museo. Aquí están instalados los prismas originales pentagonales con vidrios de color que al girar dan las diferentes tonalidades del agua. Estas piezas se siguen utilizando a día de hoy y se seguirán usando. Estos días algunos operarios desmontan algunas de las luminarias porque se sustituirán los focos alógenos por luces led para que sean más eficientes desde el punto de vista energético.

Se prevé que la Font Màgica de Montjuïc y las cascadas vuelven a funcionar oficialmente para las fiestas de la Mercè
Andrea Martínez / Propias
La Font Màgica está dividida en diferentes secciones con las distintas válvulas que permiten hacer los espectáculos de agua. “Cada válvula hace un juego diferente. ¡Tenemos hasta 29! Por ejemplo, la número 16 hace un géiser de 20 metros”, detalla Carlos. “Intuyes ya el funcionamiento pero hay muchas cosas. Es muy interesante ver cómo funciona todo”, reconoce Griselda Santos, una de las visitantes. La fecha para que la magia en forma de luz y agua llegue a Montjuïc está más cerca.