La estación marítima de Palma rebosa estos días de migrantes que han llegado en patera a distintas zonas de la costa de Baleares. El objetivo de la mayoría de ellos no es Palma; buscan llegar a Barcelona –solo una pequeña minoría elige Valencia- para seguir camino en muchos casos hacia Francia. El desembarco en patera en las islas no es más que otra etapa del viaje desde África porque el 90% de los migrantes que llegan a las Islas no se queda allí, sino que viajan después en ferry a la península, según confirman desde la Delegación del Gobierno en las Islas.
Hasta estos momentos hay contabilizadas más de 4.700 llegadas de migrantes que ya empiezan a arribar de países como Bangladesh o Somalia. Frontex ha detectado un creciente despliegue de las mafias que trafican con personas en esta zona del Mediterráneo, con especial atención hacia las islas, aunque también llegan pateras hasta la costa de Alicante, Murcia o Almería.
La Autoritat Portuària de Balears ha cedido espacios para dar cobijo a las personas migrantes en tránsito
Una vez avistadas las pateras. Salvamento Marítimo las traslada a la costa, donde reciben un primer control sanitario, asistencia médica básica, asistencia jurídica y servicios de intérprete. Posteriormente pasan a custodia policial por un tiempo máximo de 72 horas para que se tramite el expediente por infracción de la Ley de Extranjería.
La ruta balear se dispara y cae la canaria
Baleares ha recibido en lo que va de año más de 4.700 migrantes, lo que supone un aumento de casi un 80% con respecto al año pasado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió en Palma, tras su audiencia con el Rey en Marivent, un descenso significativo en las migraciones hacia Canarias frente al aumento en la ruta balear. El Gobierno todavía no admite que exista una ruta hacia las Islas, a pesar de que varias ONG y Frontex ya apuntan a que hay una ruta consolidada que agrupa toda la zona desde Gibraltar hasta Baleares. Se trata de una ruta peligrosa y el delegado del Gobierno ha afirmado que ya se han rescatado más de 40 cadáveres, el último ayer, en una patera que llegó al sur de Mallorca con migrantes subsaharianos. Nueve de ellos tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios por la difícil situación en la que se encontraban tras una dura travesía.
A continuación, se decreta su puesta en libertad y las personas con un perfil vulnerable pueden optar por incorporarse al sistema estatal de atención humanitaria. El Gobierno de España, a través del Ministerio de Migraciones, les facilita el desplazamiento hasta un centro de atención, lo que incluye el billete de barco para trasladarse a la Península, que únicamente se paga a las personas que se integran en el sistema de humanitaria a través de la Cruz Roja. Las unidades familiares y las mujeres, en espera de ser trasladadas a recursos del sistema de humanitaria en la Península, en principio, pernoctan en un centro gestionado por Cruz Roja en Mallorca. El resto de perfiles vulnerables, básicamente hombres subsaharianos, pueden pernoctar en las instalaciones de la Estación Marítima hasta la salida de su barco.
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La Autoritat Portuària de Balears ha cedido estaciones marítimas en Mallorca y Eivissa, así como un espacio en Formentera, para dar cobijo a las personas migrantes en tránsito que han de pernoctar en las Islas, a la espera de que el Ministerio de Migraciones culmine, próximamente, la instalación de los espacios modulares que prestarán este servicio de manera estable. Por lo que respecta a los migrantes que no están en situación de vulnerabilidad, magrebíes en su mayoría, pueden circular libremente una vez que se decreta su puesta en libertad, pero su situación es de estancia irregular en el país. Una parte mayoritaria de ellas decide continuar viaje hacia otros países y toman por su cuenta el barco de línea para desplazarse. En este caso, ellos mismos se pagan el billete.
La Autoritat Portuària de Balears ha cedido estaciones marítimas en Mallorca y Eivissa, así como un espacio en Formentera, para dar cobijo a las personas migrantes en tránsito que han de pernoctar en las Islas, a la espera de que el Ministerio de Migraciones culmine, próximamente, la instalación de los espacios modulares que prestarán este servicio de manera estable.
En la comunidad balear solo se quedan los menores que llegan no acompañados y que quedan bajo la tutela de los consells de cada isla. Solo en Formentera, una isla que no llega a los 12.000 habitantes, tiene a su cargo más de 180. En Eivissa hay una cifra similar y en Mallorca se acerca a los 500. Esta es una de las razones que esgrime el Gobierno de Marga Prohens para oponerse al reparto de los 49 menores procedentes de Canarias que debe acoger Baleares.
El delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez, mantuvo ayer una reunión con los responsables de la Policía Nacional, la Guardia Civil, Capitanía Marítima y Salvamento Marítimo que realizan la intervención de emergencia y el rescate de las pateras. También se sumó Cruz Roja , entidad con la que el Gobierno de España tiene contratada la prestación de la primera asistencia a estas personas.